La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 2319

La Señora Zoe se lavó las manos con la intención de ir a la cocina para cocinar.

Ella estaba feliz hoy porque Clayton había regresado. Esta familia finalmente podía ser la misma que antes.

Los dos niños fueron a bañarse. Clayton no se preocupó por ellos porque podían cuidarse solos, entonces voluntariamente fue a la cocina para ayudar.

Al ver que sus piernas estaban lesionadas, la Señora Zoe sonrió y le pidió que saliera.

“Señor, haré lo que quiera comer. Debería descansar afuera”.

Clayton sonrió. Su rostro estaba relajado, y su voz era profunda y agradable.

"Está bien. Puedes preparar tu comida y la comida de los niños. Cocinaré la mía y la de Nicole”.

La Señora Zoe hizo una pausa e inmediatamente entendió lo que quería hacer.

"Está bien, Señor Sloan. Cuando desapareció, algo parecía faltar en casa. Aunque todos actuaban igual que antes, se sentía diferente, especialmente la Señora. Rara vez hablaba. Todos pensábamos que estaba muerto, y todos podíamos darnos cuenta de que ella estaba muy triste. Pero ella nunca lloró frente a los niños y nunca les dijo que le pasó un accidente. Mirándolo ahora, supongo que ustedes dos realmente tienen una conexión especial. Todo fue solo una falsa alarma y sobrevivió a una catástrofe. ¡Definitivamente tendrá buena suerte a partir de ahora!”.

Las palabras de la Señora Zoe sorprendieron a Clayton. Sentía como si alguien le hubiera dado un puñetazo en el pecho y no tenía otra opción que aceptarlo en silencio.

Todos sabían que Nicole estaba pasando por un momento difícil.

Solo él estaba ignorando su dolor.

¡Qué despreciable!

Después de mucho tiempo, Clayton finalmente reaccionó.

"Eso espero".

Su voz era profunda y ronca.

La Señora Zoe preparó una comida saludable y deliciosa para los niños.

La comida de Clayton y Nicole fue sencilla. Era pasta con espinacas y atún, la cual era la cena favorita de Nicole.

Nicole sintió el aroma de la comida y se despertó.

Aunque todo su cuerpo estaba adolorido y flácido, se estaba muriendo de hambre.

Ella no comió cuando salió del hospital en la mañana ni cuando fue a la despedida de Hamilton al mediodía.

¡Había estado hambrienta todo el día!

Cuando abrió los párpados, la habitación estaba oscura excepto por una lámpara de pared. También podía escuchar las voces deliberadamente bajas afuera.

Nicole pensaba que estaba soñando.

Lo que sucedió en la tarde llenó su mente y se sintió tan irreal.

El dolor de su cuerpo le recordó que todo esto era real.

Clayton regresó y se acostó con ella.

El rostro de Nicole se puso roja. Ella se sentó y se dio cuenta de que su cuerpo estaba limpio. Su ropa también había sido cambiada.

Ella se sintió tímida antes de que de repente se diera cuenta de algo. Ella se arremangó y vio las desordenadas cicatrices rosadas en su brazo. El rubor en su rostro desapareció por completo.

Nicole tenía miedo de que Clayton hubiera notado sus cicatrices.

¿Él se enteró?

El camisón que llevaba puesto era de seda de manga larga con mangas anchas en los brazos, como una túnica.

Nicole instantáneamente se sentía avergonzada y nerviosa.

Por lo tanto, se bajó de la cama y caminó descalza para abrir la puerta. Cuando vio la luz en la sala de estar, se sobresaltó por un momento.

Chatty estaba jugando con Fischer en la sala de estar.

La Señora Zoe no estaba allí. Nicole sintió el aroma de la comida y vio la figura alta y delgada de su esposo en la cocina.

Todo esto se sentía surrealista.

Al verlo salir con un plato en una mano y un bastón en la otra, Nicole sintió que se le apretaba el pecho. Ella estaba angustiada.

Esto no era un sueño.

Clayton regresó y no se había ido.

La distancia y la brecha entre ellos parecía haber desaparecido en un instante.

Parecía que habían vuelto a la forma en que eran sus vidas antes del terremoto.

Él siempre estaba con ella.

Cuando Clayton salió de la cocina, también la vio. Él estaba un poco sorprendido, luego mostró una sonrisa amable y brillante.

"¿Estás despierta?".

Bajo la mirada de Nicole, Clayton colocó la comida sobre la mesa del comedor y cojeó hacia ella.

“Mamá, cárgame…”.

Nicole contuvo su mirada severa y le sonrió a Chatty. Justo cuando estaba a punto de extender la mano para cargar a Chatty, se dio cuenta de que sus brazos estaban débiles y no tenía ninguna fuerza.

¡Todo era culpa de ese hombre!

Nicole apretó los dientes y no sabía qué decir.

Clayton dejó escapar una risa baja y le hizo señas a Chatty.

"Ven aquí. Papá te cargará. Mamá está cansada”.

Chatty corrió alegremente.

Clayton la levantó con facilidad y la puso en su regazo. Luego, miró a Fischer y le hizo señas.

"¿Quieres sentarte aquí también?".

Fischer frunció los labios y se mostró reacio.

“¡Soy un niño grande ahora! No puedo sentarme en el regazo de un hombre. Papá, tienes las piernas lastimadas, ¿por qué no dejas que Chatty se siente en mi regazo?”.

Mientras hablaba, Fischer estaba a punto de subir al asiento junto a Clayton. Él palmeó sus cortas piernas y le indicó a Clayton que le pasara a Chatty.

Los ojos de Clayton se volvieron fríos por un momento. "¡Tú quisieras!".

Fischer hizo un puchero agraviado y se bajó de la silla.

"¡Entonces me sentaré en el regazo de Mamá!".

Fischer felizmente se acercó a Nicole.

Cuando pasó junto a Clayton, Clayton lo jaló del cuello de la camisa por detrás y le dijo con un tono frío: “Vuelve a tu habitación y léele a Chatty un cuento para dormir en francés. Le preguntaré a Chatty que me diga qué historia leíste”.

Esta era la forma de Clayton de educar a los niños. Un libro podía educar a dos niños.

Podía adormecer a Chatty y enseñarle a Fischer un idioma extranjero de manera más efectiva, matando dos pájaros de un tiro.

Fischer disfrutaba ser un hermano mayor e inmediatamente se palmeó el pecho para asegurarle a Clayton.

"¡No hay problema!".

Chatty miró a los dos adultos confundida.

"Pero no quiero dormir todavía...".