Resumo de Capítulo 2419 Vendido por 100,000 – Capítulo essencial de La Heredera Divorciada Billonaria por Internet
O capítulo Capítulo 2419 Vendido por 100,000 é um dos momentos mais intensos da obra La Heredera Divorciada Billonaria, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Selena se arrepintió de inmediato de haber venido. También le dieron ganas de derramar toda la botella de vino sobre la cabeza de Eric.
Sin embargo, se dijo varias veces que este vino era muy caro.
Sentado a un lado, Gerard sonrió suavemente y miró a Selena.
"No nos está molestando, Señorita Nelson. Estábamos charlando. No es nada muy importante. ¿Qué sucede?".
El semblante de Selena mejoró levemente. Miró a Gerard y sonrió.
"Ya que el Señor Ferguson es nuestro cliente habitual y te trajo como cliente nuevo, me gustaría darte la bienvenida con esta botella de vino de regalo...".
Los ojos de Gerard se iluminaron y la aceptó con una sonrisa.
"Gracias, Señorita Nelson. ¿Cómo sabías que este es el vino favorito del Señor Ferguson?".
La cara de Selena se quedó levemente helada. Miró a Eric atónita.
"¿Eh?".
Gerard se rio y dijo: "De seguro lo averiguaste con antelación, ¿cierto?".
Selena se quedó sin palabras mientras pensaba: ‘¡No, no lo hice!’.
Gerard palmeó a Eric en el hombro.
"¡Mira la sinceridad de la Señorita Nelson! Estoy muy agradecido por esto. Tomamos la decisión correcta al venir esta noche. La Señorita Nelson es considerada, meticulosa y amable. Realmente es diferente a las demás".
Gerard estaba cantando alabanzas para Selena.
Sin embargo, tenían un significado diferente para Eric.
Eric levantó las cejas y dijo con una sonrisa: "Ciertamente es diferente".
Pensó: ‘¡Ella puede maldecir mejor que nadie!’.
Selena no se quedó más tiempo por miedo a perder el control e involucrarse en otra pelea con Eric. Entonces, esa buena botella de vino se perdería.
Por eso, se marchó con una sonrisa en la cara.
Regresó al bar y vio que Jayla aún no se había marchado. En cambio, Jayla la miró sorprendida.
Selena no tenía intención de ponerse a hablar con Jayla y se giró para mirar al público que bailaba en el escenario.
¡Qué emocionante!
La mujer a su lado de repente interrumpió su estado de ánimo apreciativo.
"Em... Selena...".
Selena giró la cabeza.
Vio la expresión ansiosa de Jayla. "¿Me estabas llamando?".
Jayla asintió y señaló en la dirección de la que Selena había venido.
"¿Ese realmente es Eric?".
Selena resopló suavemente.
"No es como si no lo hubieras visto antes. Lo sabrás si vas y te fijas tú misma".
Jayla quería acercarse a él, pero le daba pavor que si iba precipitadamente, Eric se enojaría. Si ese fuera el caso, Jayla solo lograría molestarlo y entonces su misión fracasaría.
"¿Puedo pedirte un favor?".
"No. No somos amigas, así que ¿por qué te ayudaría?".
Selena le puso alto a los pensamientos de Jayla de pedirle ayuda.
Jayla estuvo en silencio por un par de segundos, pero no se rindió fácilmente.
"¿Y si te pago?".
Selena por fin la miró directamente de frente y sonrió significativamente.
"Claro. Si quieres pescar un pez gordo, te cobraré 10,000 dólares por el número de un hombre rico, pero el valor de Eric Ferguson es de 100,000 dólares".
"¡¿Qué?! ¡¿Estás robando un banco?!".
"Está bien si no quieres. Claro, el valor de Eric es mucho. Ya te di un descuento. Su valor neto es mucho más que eso, ¿cierto?".
Selena sonrió.
Jayla dudó por un par de segundos. Al final, aceptó y sacó el teléfono.
"Te voy a transferir el dinero".
Selena estaba ligeramente sorprendida.
Había subestimado el encanto de Eric.
Sin embargo, no dijo mucho y simplemente aceptó el dinero.
Por lo menos así podría recuperar el costo de esa botella de vino de hace unos momentos.
Selena estaba contenta.
"¡Ve y pídelo entonces!".
Jayla instó a Selena.
Selena apretó los labios, buscó el número de Eric en su teléfono y se lo enseñó a Jayla.
"Aquí está".
"Tú... ¿Cómo tienes su número de teléfono personal? No me estás mintiendo, ¿cierto?".
La cara de Jayla estaba llena de incredulidad.
"¿Te lo vendió por 100,000 dólares?".
A Eric le pareció como si hubiera oído una broma. Sin embargo, seguía siendo muy imponente.
Su voz se profundizó, y Jayla se sintió intimidada por él.
"No me importa el trato entre Selena y tú, pero si vuelves a llamar para molestarme, llamaré a la policía para que te arresten".
Cuando Jayla oyó esto, se puso nerviosa.
"¡Señor Ferguson, no tengo malas intenciones! Soy Jayla Jennings, la hija de Shand Jennings. ¡Nos hemos conocido anteriormente!".
"¿Shand Jennings?".
Eric parecía estar pensando en el nombre.
Por suerte, no colgó el teléfono inmediatamente.
"Sí, Señor Ferguson. No sabemos cómo lo ofendimos. Has cortado toda colaboración con nosotros y ahora mismo estamos al borde de la quiebra. No entiendo qué sucedió".
Eric estaba en silencio y no habló.
Cada minuto era una tortura para Jayla.
"Señor Ferguson, si hicimos algo mal, lo corregiremos. Por favor, apiádate de nosotros y déjenos ir...".
Finalmente, Eric hizo una mueca en burla. Su voz era profunda y sombría con un poco de frío.
En esta noche un poco fría, parecía como si estuviera estrangulando a Jayla.
"¿No lo sabes? ¿Ni siquiera sabes por qué terminaron así? Piensa detenidamente en lo que sucedió aquel día en el banquete".
Eric no quería decir más, así que colgó el teléfono y bloqueó el número.
Lo hizo con un movimiento rápido y familiar.
Era tarde por la noche.
Eric sintió las inexplicables ganas de maldecir mientras pensaba: ‘¡Esa mujer realmente está poniendo a prueba mi paciencia!’.
Por ende, Eric simplemente bloqueó a Selena también.
Eric volvió al estudio y terminó de leer sus correos electrónicos. Toda la villa estaba en silencio porque los sirvientes ya estaban acostados. No había movimiento en la casa.
En una noche tan corriente, Eric de repente se sintió un poco solo.
La cantidad de veces que Selena aparecía en su mente eran demasiadas.
Esto era peligroso.
Eric inmediatamente sacudió la cabeza y se obligó a olvidarse del ‘gallo gigante’.
......
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