Selena pensó sobre ello y se sorprendió por un momento.
"¿Cómo sabes?".
Pronto, entendió cómo. Chance sabía, y Eric había estado en esos lugares, pero simplemente no se habían visto.
Quería decir que Eric los había visto y no los había saludado.
Eric la miró fijamente y se rio suavemente.
"Qué rápida fuiste en abandonarme, ¿eh?".
A Selena le tomó por sorpresa esa repentina acusación.
Quería saltar de enojo y demostrar su inocencia.
"¡No hables tonterías! No hay nada entre nosotros, ¡así que no me acuses indiscriminadamente!".
Los labios de Eric estaban fuertemente apretados.
"Has estado durmiendo en mi cama e incluso me besaste. ¡No creo que no sientas nada por mí!".
Eric extendió su mano y de repente pellizcó la delicada barbilla de Selena. La delicadeza y la suavidad de su barbilla bajo las yemas de sus dedos se sintieron increíblemente bien.
Volvió a mencionar este tema.
Selena estaba tan enojada que casi lo insulta. No se dio cuenta que tanta imaginación él tenía.
No quería que la relación que tenían fuera tan tensa y simplemente quería mantenerse alejada de él.
Sin embargo, él desesperadamente intentaba aferrarse a ella.
Entonces él no debía culparla por ser grosera.
Ya que a él le gustaba acusarla, Selena decidió de inmediato que no hacía falta ser amable con él. Ya no le importaba nada y le gritó.
"¡Mentiras! ¡Yo en realidad no me acosté contigo! No actúes como un perro que acaba de perder su virginidad. Si tienes necesidades, ¡búscate a otra mujer! ¡Para de acusarme!".
Eric entrecerró sus oscuros y profundos ojos. La tomó de la muñeca, tiró de ella hacia la barandilla y se acercó hacia ella.
Cada palabra que ella dijo lo enfureció.
Selena luchó desesperadamente, pero no lograba escapar. Le arañó el cuello con sus largas uñas. En medio del forcejeo, Selena de repente oyó un gruñido ahogado. Gotas de sangre brotaron del cuello de él.
Selena se paralizó un poco y de repente perdió las fuerzas.
La sangre se veía escabrosa desde su punto de vista.
Sus uñas estaban recién hechas. Tenía dos alas de mariposa en ellas.
Hasta Chance le había dicho que estaban hermosas. Cuando venían de vuelta, ¡él también admiró sus uñas por un rato!
Sin embargo, en ese momento, Eric miraba su mano como si quisiera cortársela.
El enojo de Selena se esfumó al instante.
Todo lo que le quedaba eran los sentimientos de culpa y nervios. Se sentía agraviada.
"Estás herido. Lo siento. No quise hacerlo".
Lloriqueó y de repente sintió que se había pasado.
Selena, quien en principio tenía la ventaja moral, de repente perdió su lugar.
Quien fuera herido primero era el que tenía la ventaja.
Ni siquiera tuvo tiempo de pensar en este cambio de dinámica.
Su rostro brillante y delicado se veían lamentables. La gente normal no soportaba criticarla.
Sin embargo, esto era inútil para Eric.
Eric la miró con ferocidad y tiró de su brazo. Odiaba esas uñas de casi ocho centímetros.
¡Esas estúpidas uñas!
¡Qué feas!
Se tocó el cuello y se estremeció de dolor.
"¿Qué haces aquí todavía? Ve por el botiquín".
Eric había sido regañado y agredido.
Por fin estaban en silencio.
"¿Qué quieres decir? ¿Estás bromeando? ¿O estás pensando en una forma de humillarme otra vez?".
Sus ojos eran cautelosos y fríos. Se estaba distanciando de él.
Eric apretó los labios y suspiró ligeramente. Sus ojos eran oscuros mientras veía hacia afuera el cielo de la noche. Su voz se tornó suave mientras decía: "No estoy bromeando. Como tú dijiste, me he divorciado dos veces y tengo un hijo. La gente como yo no es solicitada en el mercado matrimonial. No quiero buscar a una mujer que tenga como plan quedarse con la fortuna de mi familia. Todas las mujeres entre el denominado círculo élite tienen motivos ocultos. Chance puede que muera algún día en un accidente y todos sus bienes pasarán a ser de alguien más".
Selena se quedó en silencio por un momento. Por fin se calmó.
Podía notar que Eric estaba tranquilo y era racional esta vez. Tampoco tenía la intención de humillarla.
Selena suspiró aliviada, se acercó con el botiquín, lo abrió, sacó un hisopo de algodón estéril y se lo dio a Eric.
"No esperaba que tuvieras tanta visión de futuro como para ver todas las cosas sucias y deshonestas que los ricos y poderosos son capaces de hacer. Es bueno estar preparado para ello".
Eric la miró profundamente. En lugar de extender su mano para tomar el hisopo, se inclinó hacia delante y acercó su cabeza a ella.
Selena seguramente no dejaría que él solo se limpiara la herida sin un espejo, ¿verdad?
Lo pensó por unos segundos, la miró y dijo: "Crees que lo que dije tiene sentido, ¿así que aceptas mi oferta?".
Selena se inclinó. De repente, el hisopo de algodón presionó la herida, haciendo que Eric hiciera una mueca de dolor y chasqueara la lengua.
Ella se rio entre dientes y dijo con calma: "¡Claro que no! No soy tonta como para aceptar tu oferta. ¿Acaso no es obvio a cuál debo elegir entre un hombre que se ha divorciado dos veces y un chico más joven que nunca se ha casado?".
Selena se encogió de hombros y su humor mejoró.
Obviamente, la balanza de su corazón ya se había inclinado.
Sin embargo, aún se sentía un poco nerviosa por las palabras de Eric.
¡Quizás así se sentía ser deseada!
Eric respiró hondo y soportó las altas y bajas de su pecho. Sus ojos eran profundos y serios.
"Él no es adecuado para ti".
"¿Cómo lo sabes? ¡A mí me parece genial! Me cortejó cuando estaba en la universidad. Lo rechacé, pero aun así no se rindió. Ahora que él me corteja de nuevo, de seguro que me aprecia más. Si hubiese sabido antes, ¡me hubiese casado con él!".
Selena se limitó a curar la herida de Eric, sacó unas curitas y se las puso con delicadeza.
Sin embargo, al acercarse, Eric la tomó del brazo, por lo tanto Selena cayó sobre él.

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