La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 266

Cuando Eric abrió los ojos y vio los muebles familiares que lo rodeaban, se incorporó sobresaltado. Estaba a punto de arrancarse la aguja clavada en el brazo para marcharse.

“¡¿A dónde vas?!”.

El rostro del Viejo Amo Ferguson estaba rojo de ira. Su voz ronca se escuchaba imponente y fuerte.

El mayordomo y los sirvientes a los lados de Eric lo detuvieron. Nadie se atrevía a hablar por un momento.

La expresión de Eric se volvió desagradable mientras hablaba con tono firme.

“Voy a buscar a Nicole…”.

“¡Ella ya está muerta!”.

Las palabras del Viejo Amo Ferguson golpearon a Eric como un trueno. Todo el mundo ya lo sabía, pero Eric seguía negándolo.

Esas palabras tocaron de repente la realidad más profunda enterrada en su corazón.

Eric estaba incrédulo.

Ese nervio tenso tiró y se rompió.

Levantó la mirada con los ojos rojos, el rostro tenso y frío.

“No está muerta. ¡No moriría así tan fácilmente!”.

Su voz era sorprendentemente fría.

‘¿Cómo podría dejar a Nicole sola en el mar? Pase lo que pase, ¡tengo que traerla de vuelta!’.

Eric se levantó y estaba a punto de salir, pero el Viejo Amo Ferguson le lanzó inmediatamente una mirada al mayordomo. El mayordomo se adelantó con los sirvientes e inmovilizaron al frágil Eric en su cama.

“Joven Amo, su cuerpo aún no se ha recuperado…”.

“¡Apártate de mi camino!”.

La voz de Eric era fría como una noche de invierno.

El Viejo Amo Ferguson frunció el ceño con disgusto.

“Sé que siempre has sentido que nuestra familia está en deuda con esa chica. Si ella está viva, no te impediré que hagas cosas por ella, pero ya está muerta. No hay necesidad de desperdiciar tu vida por ella. ¿Quieres que toda nuestra familia sea enterrada con ella? ¿Sabes qué tipo de rumores circulaban allá afuera mientras la buscabas durante este tiempo? ¡Nuestra familia se está convirtiendo en un chiste!”.

“¡No me importa! Ella no está muerta. ¡Tengo que encontrarla!”.

No se atrevían a salir sin permiso, pero también temían que Eric se defendiera.

Todos podían sentir la devastadora tristeza que transmitía el cuerpo de Eric.

Ese tipo de tristeza y desesperación se desbordaba de sus huesos, lo que incluso hacía que la gente de alrededor sintiera su profunda pena.

Eric se encogió repentinamente en una bola. Un rastro de vulnerabilidad y remordimiento cruzó su rostro firme y desgastado.

“Me arrepiento, Nicole... Me arrepiento del divorcio…”.

El Viejo Amo Ferguson, quien se había acercado a la puerta, se quedó perplejo de repente. Se dio la vuelta para mirar a Eric con una expresión complicada.

La habitación quedó en silencio y todos respiraban con cuidado.

Nunca habían visto a Eric así. Eric Ferguson siempre había sido confiado y orgulloso. Era una leyenda invencible.

Sin embargo, una sola mujer podía hacer que se arrodillara y admitiera su derrota. Incluso lo hizo admitir su arrepentimiento…

Estaba claro que esta mujer era más importante para él que la vida misma…