La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 267

Después de caminar durante más de veinte minutos, Nicole sentía que sus piernas se adormecían. También tenía los pies llenos de ampollas y los músculos le dolían sin cesar.

El aguacero se detuvo mientras ella lo seguía hasta su destino.

El sonido de las olas en la superficie del mar era más intenso. El viento soplaba, enormes olas golpeaban los arrecifes y restregaban la playa. El sonido de las olas al chocar era especialmente fuerte.

Al salir de la selva, la arena cerca al mar estaba blanda y húmeda, lo que hacía imposible levantar los pies.

El hombre que estaba frente a Nicole caminaba con firmeza y fuerza. A pesar de haber corrido durante mucho tiempo, no parecía tener ningún rastro de fatiga.

Parecía estar acostumbrado a este entorno.

Nathaniel pasó por delante del arrecife hasta llegar al lado de sotavento de una colina, y luego movió una roca que era la mitad de su tamaño hacia un lado.

Él llamó a la sorprendida y boquiabierta Nicole antes de entrar en la pequeña cueva que había detrás de la roca.

¿Había una cueva aquí?

Nicole lo siguió al pequeño espacio en el que solo cabían dos personas. El agua de mar que goteaba bajaba por la apertura, sin poder acumularse en ningún sitio.

Nathaniel se metió de lado por una apertura de menos de 15 pulgadas de diámetro.

Él volvió a llamarla desde dentro, así que Nicole lo siguió y se metió. El espacio se expandió de repente.

Aquí sí que había luces.

El interior estaba limpio, con ramas secas y limpias por todas partes. El aire estaba un poco húmedo, pero era diez veces mejor comparado con el exterior.

Nicole sonrió y observó cómo Nathaniel sacaba una mochila de una roca alta. Era un modelo clásico de la marca La Sportiva.

Ella reconoció de un vistazo que era la misma marca que los zapatos que él llevaba.

Nathaniel sacó un abrigo de hombre que era un modelo clásico de Scarpa, una marca muy famosa para actividades al aire libre.

Después, sacó un pantalón de la misma colección. Justo cuando se inclinó para ponérselos, de repente pareció darse cuenta de algo y miró directamente a Nicole.

Nicole lo miraba fijamente. No se sonrojó, ni se le aceleró el corazón. Se limitaba a observarlo como un halcón, como si temiera que él se desvaneciera de repente en el aire.

Nathaniel se rio sin poder evitarlo.

“Nikki, si realmente quieres mirar, no me importa…”.

Nicole se quedó perpleja antes de volver inmediatamente a sus sentidos. Se apresuró a darle la espalda.

Su rostro se sonrojó inconscientemente.

“¿No tienes sed? Hay herramientas a tu lado. Ve a buscar agua de mar y vuelve. Puedo destilarla a agua dulce”.

Nathaniel trató deliberadamente de disipar la incomodidad.

Las comisuras de la boca de Nicole se contrajeron. “¡¿Quién llevaría una peluca a todas partes?!”.

Nathaniel la miró y sonrió, tan pura e imprudentemente.

“Soy un explorador, así que, por supuesto, vine preparado. Mi contenido en las redes sociales se especializa en filmar e investigar tribus primitivas”.

“Entonces, ¿viniste aquí a propósito?”.

Nathaniel asintió.

“Elegí esta isla al azar. Es la isla más pequeña del lado norte del Océano Atlántico, así que al principio no tenía muchas esperanzas. Realmente no esperaba que hubiera indígenas aquí. Son una auténtica tribu primitiva”.

Nicole observaba cómo sacaba de una hoja lateral una cámara negra del tamaño de un auricular. Era extremadamente discreta, pero teniendo en cuenta dónde se encontraban ahora, también era extremadamente rara.

“En otras palabras... ¿Tienes una forma de salir de este lugar?”.

Ese era su principal punto de preocupación.

Nathaniel hizo una mueca con los labios y frunció ligeramente el ceño. “En realidad no…”.

“Entonces, ¿cómo vas a volver? ¿No vas a volver después de tu investigación?”.

“Bueno… No pensé exactamente en eso antes de venir aquí… Mi otro amigo explorador me dejó en la isla en helicóptero. Luego se fue al Polo Sur para una expedición, así que… No sé si todavía él esté vivo o no…”.