La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 274

Nicole casi lloró al escuchar esos nombres. Quería saltar de alegría.

“¡Mi hermano está aquí!”.

¡Casi pensaba que iba a morir aquí!

¡Las innumerables y pesadas rocas que se amontonaban en su pecho casi la hacían incapaz de mantenerse de pie!

El ruido retumbante en el aire era interminable, como si la estuvieran llamando

Nicole nunca había encontrado el sonido de un helicóptero tan agradable para sus oídos. ¡Era tan dulce que la sacaba del borde de la muerte!

¡Era su llama de esperanza, su luz al final del túnel!

Ella corrió el doble de rápido que de costumbre.

Nathaniel también estaba muy emocionado. Encontró otro camino al frente y la miró mientras corrían.

“Nikki, vamos a volver juntos. No me dejarás atrás, ¿verdad?”.

Nicole lo miró con alegría y sonrió.

“¡Claro que no lo haré!”.

“Después de que volvamos, no puedes ignorarme pase lo que pase, ¿de acuerdo?”.

“¡No te preocupes, me encargaré de tu fortuna y tu gloria por el resto de tu vida!”.

Nicole pensaba que a Nathaniel le preocupaba que ella cambiara de opinión y se negara a reconocerlo.

‘¡Es solo un hombre, así que ciertamente no es un problema mantenerlo!’.

En un momento de felicidad, Nicole no se dio cuenta de lo que había en el camino y tropezó con la rama de un árbol. Su cara se puso pálida de dolor.

Nathaniel se acercó y la levantó.

“No te precipites. ¿Y si es una trampa? ¿No correríamos directamente hacia ella así?”.

Nicole sacudió la cabeza, emocionada y confiada.

“No, no es una trampa. Debe ser mi hermano. ¡Él es un genio con el mayor coeficiente intelectual!”.

Mientras pudieran localizar a Tigger, ¡ellos sabrían que ella estaba aquí!

Durante veinte minutos, ellos corrieron con todas sus fuerzas.

Nicole tropezó varias veces, y su ropa estaba rasgada y embarrada hasta el punto de que era imposible saber cómo se veía originalmente.

Sus blancas y delgadas manos estaban llenas de heridas y empapadas de sangre. Era una vista bastante impactante.

Sin embargo, a Nicole no parecía importarle en absoluto y no lloró de dolor.

Después de ser expulsados por los indígenas, ¡esperaron aquí a que su presa cayera en su trampa!

Al final, Nicole y Nathaniel se sirvieron en bandeja de plata.

Nicole se quedó perpleja. Su mente estaba completamente en blanco. Su corazón se sentía como si estuviera sumergido en agua helada, y todo lo que podía sentir era un miedo escalofriante.

Nunca había sentido tanta desesperación. Era como si una nube oscura se situara justo encima de su cabeza.

Nicole quería llorar hasta sollozar.

‘¿Por qué? ¡¿Por qué me ponen a prueba una y otra vez en mi desesperación y capacidad de supervivencia?!’.

Los tres piratas tiraron sus cigarrillos e intercambiaron una mirada antes de dirigirse sin prisa hacia Nicole y Nathaniel.

Su presa ya estaba en sus manos, así que no había necesidad de apresurarse.

Nicole apretó los dientes y reprimió el miedo en su corazón.

“Corramos…”.

La voz de Nathaniel reprimió un temblor.

“No, tengo miedo. Ellos tienen armas…”.