Resumo de Capítulo 285 Te quiero a ti – Capítulo essencial de La Heredera Divorciada Billonaria por Internet
O capítulo Capítulo 285 Te quiero a ti é um dos momentos mais intensos da obra La Heredera Divorciada Billonaria, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Nicole sentía un dolor de cabeza inminente.
Antes de esto, Nicole siempre había pensado que Nathaniel era un explorador pobre.
Si hubiera sabido que Nathaniel era el sobrino de Eric Ferguson, no habría prometido tan descaradamente que lo mantendría el resto de su vida.
‘¡No puedo darme el lujo de cuidar a este rico!’, pensó Nicole.
“Yo…”.
Antes de que Nicole pudiera terminar su frase, Kai la interrumpió. “¿La familia Ferguson está tratando de chantajearnos? Entonces, solo di tu precio. ¡Tampoco es que no tengamos ese dinero!”.
‘¡Solo son 15 mil millones de dólares! De todos modos, solo esos piratas que no han visto el mundo piensan que es mucho’.
Kai miró entonces a Nathaniel y frunció el ceño. “¿De dónde sacas el descaro de aferrarte a nuestra familia, eh? ¡Alimentarte es solo un desperdicio de recursos! ¡Piérdete!”.
A Nathaniel no le importó la actitud de Kai. En cambio, le sonrió amablemente. “Tercer Hermano… Soy joven, fuerte y obediente. Te juro que no es un desperdicio de recursos ayudarme. Es más, también puedo mantenerme a mí mismo. Todo lo que quiero es estar con Nikki para siempre…”.
Tras esas palabras, Kai podía sentir al instante la caída de la temperatura en la habitación. Hacía un frío inexplicable.
Cuando Kai se dio la vuelta, se encontró con el rostro oscuro y hosco de Eric.
Kai se rio fríamente. “¡Ni se te ocurra! ¡Deja de soñar a plena luz del día!”.
Al ver que estaban a punto de discutir, Nicole los interrumpió sin poder evitarlo.
“K, basta. Sí se lo prometí a Niel antes de esto”.
Nathaniel sonrió mientras sus ojos se iluminaban.
“Sin embargo, eso fue antes de saber tu verdadera identidad. Ya que me ocultaste la verdad, todo lo que te prometí será considerablemente reducido”.
Nicole vio que los ojos de Nathaniel se apagaban en un instante. Se veía muy perdido.
Al pensar en lo que Eric acababa de decir sobre la expulsión de Nathaniel de la familia Ferguson, Nicole pensaba que probablemente Nathaniel lo estaba pasando mal.
“Qué te parece esto… Señor Ferguson, haré que mi hermano te devuelva el doble de todo lo que has pagado durante este tiempo, incluyendo tu equipo y el rescate”.
Esto, por supuesto, incluía la parte de Nathaniel.
Nicole levantó la mirada y miró a Eric. Esta era la mejor manera que se le ocurría para agradecerle.
Ella pagaría por sus servicios para que no se debieran nada.
Después de proponer esto, el rostro de Eric se volvió aún más sombrío y deprimido.
Eric la miraba fijamente con sus ojos oscuros que rebosaban de emociones tan complejas, pero las reprimía con todas sus fuerzas.
Se esforzó mucho para mantenerse tranquilo.
El silencio y el ambiente de la habitación se volvieron algo extraños.
Nicole frunció los labios y pensó: ‘¿Tal vez esto no sea suficiente para él?’.
Nicole hizo una pausa y dijo: “K, déjanos solos. Tenemos que hablar en privado”.
Kai frunció el ceño y quería insistir en quedarse, pero al ver la actitud decidida de Nicole, accedió de mala gana. ‘¡Bien, haré caso esta vez!’.
Una vez que todos salieron, la habitación volvió a quedar en silencio.
Nicole estaba sentada en la cama del hospital. Como estaba herida, se veía un poco pálida y sus ojos no eran tan fríos como de costumbre. Se veía más gentil y suave y seguía siendo tan hermosa como siempre.
El largo silencio hizo que Nicole se sintiera incómoda.
Se sentía extremadamente incómoda estando a solas con Eric.
Finalmente, no podía soportar más el silencio. Levantó la mirada hacia él con un rostro tranquilo.
“Señor Ferguson, es mejor que vayas al grano. ¿Qué es lo que quieres?”.
Nicole tenía una postura negociadora, solo que esta vez, ya había hecho muchas concesiones.
Los ojos de Eric se ensombrecieron. La miraba con una mirada complicada y contenida. Había tantas emociones que estaban enterradas en el fondo de su corazón, así que ¿cómo podría explicárselo de una vez?
Bajo la atenta mirada de Nicole, Eric dejó de lado su ego y tenía una actitud humilde.
Su voz era áspera y profunda, con un toque de nostalgia.
“Te quiero a ti, Nicole”.
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