La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 286

La voz de Eric era magnética, suave, profunda y áspera. Las emociones en sus ojos estaban reprimidas y contenidas.

En cuanto sus palabras salieron, el aire casi se congeló.

La sangre en la cara de Nicole se drenó en un instante.

Sus ojos mostraban incredulidad.

‘¿Escuché mal? Me quiere… ¿A mí? ¡¿La persona que quería tirarme como una bolsa de basura en aquel entonces realmente me eligió?!’.

Nicole estaba perpleja y no podía creer lo que acababa de escuchar. ‘¿Qué quería exactamente Eric Ferguson?’.

El silencio en el aire le fue quitando la calma.

Los ojos de Eric estaban fijos en el rostro de Nicole, observando de cerca cada emoción y detalle de sus ojos.

Sorpresa, asombro, desapego, resistencia…

Afortunadamente, entre tantas emociones, ¡no había disgusto!

Eric se acercó a ella y quería tocarle el cabello. Quería que ella sintiera que su afecto era real.

Él estaba siendo sincero.

Sin embargo, antes de que pudiera tocarla, Nicole retrocedió inconscientemente como si le tuviera miedo.

Antes, Nicole no reaccionó cuando Nathaniel estaba tan cerca de ella, pero esquivó a Eric como la peste.

Su evasión hirió profundamente el corazón de Eric.

Eric hizo como si no hubiera pasado nada. Curvó los labios en una sonrisa, pero las emociones en sus ojos surgieron.

Su voz era áspera y suave, con extrema moderación.

“Nicole, no estaba bromeando. Durante este tiempo, no soy mucho mejor que tú. Creo que quizás nuestro divorcio fue demasiado precipitado…”.

El ceño de Nicole se hundió con fuerza. De repente se dio cuenta de algo y fijó su mirada en él.

La alegría y la felicidad no disimuladas en los ojos del hombre eran como el fuego. Casi la quemaba.

En el momento en que ella vio las emociones en sus ojos, su corazón tembló violentamente.

‘¿Acabo de ver nostalgia y cariño en sus ojos?’.

En este momento, los sentimientos que había en el corazón de Nicole eran como un charco de agua estancada que de repente se agitó por una roca arrojada.

No era de alegría, sino de conmoción.

Sin embargo, solo duró una fracción de segundo. Nicole retiró la mirada y retomó su actitud impasible.

Nicole curvó las comisuras de los labios y levantó la mirada. No había rastro de calidez en sus ojos.