La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 302

El Club Aurora era un club nocturno privado de lujo.

Nicole acababa de terminar una reunión con Logan y se fue directamente al club.

Cuando llegó, alguien la llevó a la Sala 8888. Empujó la puerta y vio la fiesta privada de Yvette y Julie.

Había algunos otros amigos cercanos presentes, así como muchos otros modelos y jóvenes actores de la industria del entretenimiento. Básicamente, todos eran hombres. Incluso Fabian y Roman también estaban allí. Cuando vieron a Nicole, todos se pusieron de pie para saludarla uno tras otro.

Nicole sonrió y pensó que ciertamente era muy festivo.

Yvette tiró a Nicole hacia un lado y le susurró al oído: “¡Esto es un buffet de sementales! Hemos preparado esto especialmente para ti, así que no seas educada con nosotros. Llévate a quien te apetezca…”.

El cuerpo de Nicole se puso rígido. Miró a Yvette con dudas. “¿Qué están tramando...?”.

“¡Literalmente regresaste del infierno! Entonces, ¡tienes que divertirte un poco, por supuesto! Estoy segura de que te asustó ver todas las cosas desagradables que viste cuando estabas en la isla. Ahora, puedes deleitarte los ojos mirando a estos hombres guapos. Bueno, siempre puedes beber con ellos…”.

Nicole se quedó sin habla mientras miraba a Yvette. Aunque esta manera era un poco ferviente, Nicole aún apreciaba las buenas intenciones de Yvette.

Ella se rio entre dientes y dijo: “Pues gracias…”.

“¡De nada! ¡Julie y yo sabíamos que te gustaría esto!”.

Nicole se quedó una vez más sin palabras. ‘¿Qué tipo de amigas tengo...?’.

De repente, su teléfono se encendió. Era Nathaniel preguntándole dónde estaba.

Nicole lo pensó y le envió su ubicación.

“No te importará si otra persona se une a nosotros en un rato, ¿verdad?”.

Yvette agitó la mano con indiferencia.

“¡Mientras sea un chico, no nos importará cuántos sean!”.

Nicole movió la comisura de los labios. “Está bien…”.

Ella pedía demasiado.

Todos eran del mundo del espectáculo, así que todos se llevaban bien superficialmente. Todos comieron y bebieron a su antojo y se soltaron rápidamente. Hicieron algunas bromas inofensivas, cantaron y jugaron algunos juegos.

En menos de veinte minutos llegó Nathaniel.

Parecía bastante ansioso y triste.