La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 341

Mikayla se quedó congelada donde estaba y se sentía extremadamente avergonzada.

Cualquiera podía ver lo que ella estaba tramando, pero aquel hombre no le dio ninguna oportunidad.

El director respondió inmediatamente y recompensó a Mikayla con el derecho a elegir el siguiente juego.

Los comentarios en línea fueron feroces.

[Siento que Mikayla está en una buena racha después de su caída, ¡pero el Señor Ferguson acaba de interrumpirla!].

[Mikayla la Lisiada es tan tonta que resulta un poco gracioso…].

[Todos están charlando y divirtiéndose. La Diosa Nicole es la única que se toma en serio la búsqueda del tesoro, pero no encontró nada. Pobre bebé…].

[¿Soy la única que piensa que el Señor Ferguson está deseando a la Diosa Nicole? ¡Sus ojos se ven demasiado tiernos cuando la mira!].

…

Todos se dirigieron al siguiente destino según el mapa del tesoro que encontró Mikayla.

En el camino.

Nathaniel se inclinó cerca de Eric y se rio.

“Tío Eric, ¿cómo puedes hacer trampa así? ¡Acabas de cambiar el programa sin consultarle a nadie!”.

¡El director ni siquiera pudo decir que no!

Eric le lanzó una mirada de reojo. Su tono era claro y frío.

“También puedo eliminarte del programa. ¿Quieres ponerme a prueba?”.

Nathaniel se atragantó y se quedó sin palabras al instante.

¡Esto era algo de lo que su tío era capaz!

“Te gusta Nikki, pero a ella no le gustas. ¡Estás echando a perder tus esfuerzos!”.

Eric detuvo sus pasos y lo miró con frialdad. Su tono era frío e intimidante mientras decía: “Eh, a ella tampoco le gustas. Nathaniel Ferguson, será mejor que dejes de pensar en gente en la que no deberías pensar. Esta es la última vez que te lo advierto”.

Era amable con Nathaniel porque era su sobrino. La próxima vez, no sería tan amable.

Nathaniel se asustó y se quedó boquiabierto. Se quedó sin palabras por un momento y se sintió muy asfixiado.

Miles se dio cuenta de la situación y se fue a buscar a Nathaniel, quien de alguna manera se había quedado atrás.

Nicole respiró hondo. ‘¿Qué demonios quiere?’.

No tardaron mucho en llegar al siguiente lugar.

El juego final era un deporte extremo.

Estaban en un acantilado de cien metros de altura para hacer salto al vacío, algo que a muchos aventureros en busca de emociones les gustaba.

Mikayla se alegró de ver esto. El director hizo que el personal preparara un arnés de seguridad para cada uno de ellos y se los ató a todos.

Había un globo aerostático no muy lejos del acantilado. El director presentó brevemente las reglas.

“Todos subirán al globo aerostático dentro de un momento y jugarán al juego de la verdad. Mikayla determinará el castigo según el grado de entendimiento tácito entre cada pareja. Uno de los castigos es hacer el salto al vacío a ochenta metros de aquí. Si no quieren saltar, pueden aceptar uno de los castigos de Mikayla, que ella misma decidirá”.

Esta era la ventaja de encontrar el mapa del tesoro.

¡No era de extrañar que Mikayla estaba tan feliz!