La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 366

"¿Número equivocado? Entonces, ¿con quién quieres salir?”. La voz de Eric era magnética y agradable.

"¡Simplemente no tú!", respondió Nicole.

Ella estaba tan enojada que le salía humo de la cabeza. Tigger todavía parecía confundido y no podía entender por qué ella estaba tan enojada.

Eric se quedó en silencio durante unos segundos y volvió a hablar con una voz algo baja.

"¿Acaso no te gustaba mucho en el pasado?".

Eso era el pasado, hace mucho tiempo.

Nicole casi olvidaba lo difícil que era la vida cuando gustaba de él.

Ella hizo una pausa por un momento y dijo en un tono duro: “Eso fue el pasado. Ahora estoy muy consciente de mí misma".

"No tienes que...".

Antes de que Eric pudiera terminar su oración, Nicole tomó a Tigger por la cola y le gritó. "¡Date prisa y cuelga la llamada ahora!".

Tigger colgó obedientemente la llamada. Él se sentía tan afligido que le brotaron lágrimas.

Nicole no podía soportar verlo triste. Ella lo soltó y le acarició la cabeza.

"Pequeño travieso, ¿no sabes que lo odio? ¿Quién te dijo que lo llamaras?”.

"Mamá, dijiste que querías salir con el hombre con las mejores cualidades generales...".

Tigger argumentó de manera desafiante.

Nicole siseó. “¡Pero él también está divorciado! No lo excluiste. ¡Eso es hacer trampa!".

"Pero él estaba casado contigo, Mamá, lo que significa que si él puede satisfacer todos los demás aspectos de tus preferencias, entonces puede compensar este defecto".

"¡Eso es una id*otez! ¡Nunca!".

Nicole era muy firme. Tigger soltó un débil "oh" y obedientemente se encogió en sus brazos. Él movía su pequeña cola y no se atrevía a discutir de nuevo.

Antes de irse a la cama, Nicole recibió un mensaje de texto.

Rápidamente, ella le echó un vistazo y leyó el mensaje.

[¡No salgas con nadie más!].

‘¡¿Qué le importa a él?!’, resopló Nicole fríamente con desdén y volvió a dormir.

......

La Habitación Presidencial del Hotel Hilton.

El Pequeño Michael estaba desnudo mientras corría hacia la puerta, pero fue llevado de regreso por un guardaespaldas alto y fuerte.

El niño lloró y lloró sin lágrimas. “¡Quiero dormir con mi señorita bonita! ¡No quiero quedarme aquí!".

El guardaespaldas puso a Michael en el sofá de la sala sin hablar. Luego, la sirvienta salió del baño para vestirlo.

"Joven Amo, al Señor Sloan no le gusta que esté corriendo. ¡Si se escapa de nuevo, se enojará mucho!".

El Pequeño Michael no se preocupó por eso e hizo un puchero.