La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 367

Centro Internacional de Convenciones.

Una camioneta de lujo negra apareció en la entrada del centro de convenciones.

En el coche, la niñera y el guardaespaldas le entregaron los regalos al Pequeño Michael. El principito estaba feliz y lleno de confianza.

La niñera preguntó: "¿Quiere que lo acompañe adentro?".

El Pequeño Michael se negó de inmediato. "¡No, solo los niños necesitan personas que los acompañen!".

"Está bien".

El pequeño encantador tomó un ramo de crisantemos blancos y un joyero de terciopelo rojo mientras entraba felizmente al vestíbulo.

¡La recepcionista lo vio y pensó que este niño se veía extremadamente adorable!

"Pequeñín, ¿a quién estás buscando?".

El pequeño encantador sonrió alegremente y dijo: "Estoy buscando a la Señorita Bonita...".

En ese momento, Nicole y Eric salieron del elevador uno tras otro. Ellos asistieron a esta reunión juntos, así que debían mantener una cortesía superficial entre ellos.

Cuando el Pequeño Michael vio a Nicole, inmediatamente corrió y abrazó sus piernas.

"¡Señorita Bonita!".

Nicole estaba atónita. ‘¿Este es el pequeño adorable de ayer?’.

"Michael, ¿por qué estás aquí?".

El pequeño encantador tenía pestañas muy largas y ojos azul claro. Su rostro infantil era un poco tímido mientras extendía las flores en su mano. "Para ti".

Al mirar un ramo de crisantemos blancos, los párpados de Nicole se contrajeron. Ella miró al niño con sorpresa.

"Esta flor…".

“Los seleccioné especialmente para ti, Señorita Bonita. ¡Creo que esta flor es hermosa y es especialmente adecuada para ti! A las hermosas damas seguramente les gustará".

Nicole guardó silencio durante unos segundos. Ella pensó para sí misma: ‘¡No a todas las hermosas damas les gustará!’.

Después de todo, Nicole nunca antes había recibido flores de duelo en persona...

Ella parecía un poco indecisa.

Sin embargo, al ver los ojos del pequeño encantador que estaban llenos de expectación, Nicole pensó: ‘¿Qué sabe un niño pequeño acerca de que los crisantemos blancos son flores de duelo de todos modos?’.

Ella sonrió y lo agarró. Su voz era muy suave: "Gracias".

Cuando Eric vio los crisantemos blancos, su rostro se puso ligeramente rígido y las comisuras de sus labios se crisparon.

El rostro perfectamente esculpido de Eric era un poco sombrío mientras entrecerraba los ojos hacia el niño. Él realmente tenía ganas de botar las flores.

‘¡Qué ofensa!’.

"¿Quién es este niño?".

"Su nombre es Michael. Lo conocí ayer".

"¡Hola, Viejo Señor!".