Resumo de Capítulo 432 Ella no querrá ir – Capítulo essencial de La Heredera Divorciada Billonaria por Internet
O capítulo Capítulo 432 Ella no querrá ir é um dos momentos mais intensos da obra La Heredera Divorciada Billonaria, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Romance, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Miles bajó las escaleras con impaciencia y miró a Nicole en forma de disculpa.
“Señorita Stanton, déjame esto a mí. Entra. No dejes que tus invitados vean esta broma de persona”.
Nicole alzó las cejas. ‘Seguro, de todas formas no quiero tratar con ella…’.
Ella sonrió ligeramente. “De acuerdo, entonces te lo dejo a ti”.
Melanie observó la comprensión y la familiaridad tácitas entre ellos dos, quienes no se preocupaban por ella y se sentía tan furiosa que apretó los puños inconscientemente.
Miles se acercó a grandes pasos. Tenía un aire imponente y frío mientras agarraba a Melanie del brazo y la arrastraba hacia la cubierta.
Él empujó la cintura de Melanie contra la barandilla. Debajo de ellos estaba el profundo y oscuro mar.
No había olas fuertes, pero el agua seguía amenazando con devorar la vida de uno. El viento frío soplaba junto a ellos.
Melanie se asustó de repente.
Ella se agarró a la barandilla con fuerza mientras le temblaba la voz.
“Miles, ¡¿q-qué pretendes hacer?!”.
Miles estaba envuelto en la oscuridad y en un escalofrío penetrante.
Siguió empujándola hacia abajo.
Miles hizo una mueca de burla. “Melanie, te daré dos opciones. Puedes desaparecer de mi vista para siempre o… te arrojaré desde aquí”.
Por primera vez, Melanie podía oír un odio tan evidente en su voz que carecía de calidez.
Podía sentir la frialdad filtrándose en sus huesos.
Melanie se asustó de repente y levantó la mirada. Estaban lejos de la orilla, y detrás de ellos estaban los guardaespaldas de Nicole.
Aunque Melanie fuera arrojada desde la cubierta, nadie la salvaría. Se ahogaría y nadie lo sabría.
Melanie se arrepintió al instante.
Estos trucos tontos eran inútiles con Nicole y Miles.
Miles no aflojó su agarre. No le tomaría más de diez segundos arrojar a Melanie por la barandilla.
Solamente esperaba que ella tomara una decisión.
¿Él se atrevería a hacerlo?
Puede que Miles no se haya atrevido antes a arrojar a alguien por la borda. Ya que se reveló su identidad como único heredero de la Corporación SW, él no era una persona ordinaria. Melanie también sabía, por su relación con el círculo de Colton, que nada era imposible con dinero y poder. Por lo tanto, esto podría no ser difícil para Miles.
El viento frío le golpeaba la cara mientras su corazón latía violentamente. Su sangre se heló mientras el pánico y el miedo invadían su conciencia.
Había una lancha rápida en modo de espera para los invitados. Ya que Miles lo había pedido, se haría.
Nathaniel vio la cara de Miles y pensó en lo que acababa de decir Melanie. Contuvo las palabras en la punta de la lengua.
‘¡No se puede confiar en esta mujer! Miles no se concentrará solo en el físico…’, pensó Nathaniel.
Miles y Nathaniel volvieron al salón de banquetes uno detrás de otro.
…
El mayordomo informó a Nicole de cada movimiento en la cubierta sin perder un solo detalle. Nicole asintió, indicando que estaba al tanto, y luego se dio la vuelta como si no hubiera pasado nada. Observaba cómo Floyd y Clayton hablaban y reían.
Ella giró la cabeza y vio que Eric y Keith estaban discutiendo algo. Podía escuchar vagamente su nombre.
Nicole frunció el ceño y se acercó.
“Estoy planeando irme de fiesta una semana a la Isla Santos por mi cumpleaños. Considéralo unas vacaciones…”, dijo Keith.
“Estoy ocupado”. La voz de Eric era fría.
“¿Cómo puedes estar ocupado? Estás en silla de ruedas y ni siquiera puedes reunirte con los clientes. ¡Lo único que tienes es tiempo!”. Keith no estaba convencido.
“Nicole no querrá ir”, dijo Eric con seriedad.
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