La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 644

El cuerpo del Viejo Amo Ferguson se estremeció violentamente. Se dio la vuelta y miró a Eric con una mirada letal, aparentemente incrédulo.

“Tú…”.

Eric llamó a alguien para que entrara. “Lleva al Viejo Amo de vuelta a la Villa Ferguson”.

Después de eso, Eric no volvió a mirar a su abuelo.

La cara del Viejo Amo Ferguson estaba roja por la ira. Eric era el nieto del que estaba más orgulloso y el heredero al que había dedicado todos sus esfuerzos para formar.

Eric era diferente a su padre, Charles Ferguson, que era conservador, cobarde y no tenía ambiciones.

Desde que Eric era pequeño, era inteligente y audaz, así que el Viejo Amo Ferguson se centró en criar a Eric para que fuera su sucesor. La compañía pasó a manos de Eric cuando ya era mayor de edad, superando a Charles. Hasta ahora, Eric había sido muy sobresaliente.

Hasta ahora, el Viejo Amo Ferguson sintió de repente que había envejecido.

Él ya no contaba con la capacidad para hacer que Eric le obedeciera.

Después de que el Viejo Amo Ferguson se marchara, Eric se sentó en la silla con el ceño fruncido. La luz tenue parecía engullirlo.

Mitchell entró con algunos documentos. “Presidente…”.

“Habla”.

“Hay noticias del extranjero, una información confidencial para usted”.

Mitchell le entregó el archivo sellado. Era tan confidencial, que ni siquiera Mitchell podía verlo.

Eric levantó la mirada. “Entendido. ¿Qué está haciendo Toto estos días?”.

‘¡Ese gordo inútil debería ser arrojado al Sena!’, pensó Eric.

Mitchell dudó unos segundos. “Él está criando peces para usted en los Jardines Imperiales, en la pecera que compró en la subasta extranjera, pero ya han muerto cinco lotes de peces…”.

El aire tenía un escalofriante silencio.

“Haz que venga a trabajar mañana y que sea mi guardaespaldas”.

Mitchell se quedó perplejo y luego asintió sin cambiar de expresión antes de salir y cerrar la puerta detrás de él.

‘¿Guardaespaldas? Si hay peligro, ¡Toto será el primero en correr!’.

Sin embargo, Mitchell no se atrevió a cuestionar la decisión de Eric.

Un nuevo bar inauguró en Atlanta. Por lo tanto, Yvette, a quien le encantaba divertirse, tenía que ir a visitarlo.

Nicole frunció los labios y sacudió la cabeza. “¡No, no es lo mismo!”.

Yvette aún no había llegado.

Ella suspiró y pidió varias botellas de licor de alta calidad por miles de dólares, luego se sentó en el mostrador del bar, esperando a Yvette.

El gerente del bar vio esto y preguntó: “¿Qué otra solicitud tiene?”.

“¿Cuánto cuesta pedir una canción? ¿Debo reservar el local o qué?”.

Nicole se empeñó en cambiar la canción porque sentía que probablemente se deprimiría tanto que podría saltar del edificio si la volvía a escuchar.

El gerente del bar pensó en el cliente que estaba borracho en el salón privado y sucumbió al poder seductor del dinero.

“Señorita, depende de sus ganas”.

¡Sus ganas de gastar!

Nicole sonrió satisfecha, sacó la tarjeta que le dio Kai y la golpeó sobre la mesa.

“¡Ponga ‘Sobreviviendo’ de los Bee Gees!”.