La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 645

El gerente del bar se quedó perplejo ante la actitud de Nicole.

¿Una mujer tan elegante y joven quería escuchar una canción tan anticuada?

Sin embargo, como ella era la que pagaba, ¡su palabra era ley!

El gerente del bar no se atrevió a mostrar su sorpresa y la miró con una sonrisa como si estuviera viendo una montaña de oro.

“¡Por supuesto! ¿Qué más necesita?”.

“¿Cualquier cosa que necesite me la pueden conseguir?”. Nicole levantó las cejas.

“Las necesidades de nuestros clientes son nuestra motivación para mejorar”.

El gerente del bar sonrió. Todo podía inclinarse con el dinero.

Nicole dijo: “¡Sube el volumen entonces! ¿Quién podría escuchar la música con un volumen tan bajo? Además, la iluminación es demasiado oscura. Además, quiero la tarta de queso con arándanos de Katelyn's y el café luwak de Banley's…”.

Ella frunció los labios y pensó que no debía exagerar. “Eso es todo. ¿Es posible?”.

El gerente del bar la miró estupefacto durante un minuto entero.

Al instante se arrepintió de haber dicho esas palabras.

Sin embargo, al pensar en que ella había gastado cientos de miles de dólares en alcohol de forma tan casual y en la tarjeta negra que había puesto sobre la mesa, él sonrió inmediatamente. “¡Claro! Son pequeñas cosas. ¡Haré que alguien los compre inmediatamente!”.

Nicole estaba de buen humor. Era realmente raro encontrarse con un jefe de tan buen humor, así que decidió ser una clienta frecuente en el futuro.

En menos de un minuto, la música deprimente cambió. “Sobreviviendo” de Bee Gees resonó ensordecedoramente en el bar.

Los clientes del bar aún no habían salido del ambiente aburrido de la música deprimente cuando se sumergieron en un ambiente optimista de los años 70.

Yvette, quien había llegado tarde, se sobresaltó al escuchar una canción tan vieja.

Corrió hacia Nicole y miró a la gente que estaba en la pista bailando al ritmo de esa música.

¡Qué extraño!

“Joven Amo Ludwig… ¡Señor Ludwig!”.

Yvette tiró de la ropa de Nicole. Nicole también escuchó las maldiciones e insultos que provenían de las escaleras. Tomó una copa de vino, se acercó y se apoyó tambaleante en la esquina, viendo cómo el borracho Keith Ludwig aparecía repentinamente.

Keith estaba en medio de una borrachera y tratando de expulsar una depresión contenida que nunca llegó a desahogar.

Mientras él se dirigía a buscar problemas con aquella vieja ricachona, vio a Nicole parada a la luz de la luna, mirándola con frialdad.

Al ver esa mirada fría, Keith se tambaleó. ‘¡¿Esa mujer rica con una preferencia tan fuerte es Nicole?!’.

Cuando Keith quiso retroceder un paso hacia atrás, la persona que intentaba detener a Keith por detrás no se mantuvo firme y lo empujó accidentalmente.

“Ah…”. Keith dejó escapar un grito miserable y cayó por las escaleras.

Se sentía mareado, aturdido y nauseabundo.

Keith cayó al suelo y gimió de dolor. “Sobreviviendo” seguía sonando sin parar en el fondo, lo que le hizo sentir que la cabeza le estallaba. Se sentía increíblemente miserable.