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Eric sonrió al ver que Nicole miraba fijamente la pistola que tenía en la mano.
“¿Te gusta?”.
Nicole se detuvo un momento y se la devolvió.
“¿Una pistola de juguete también puede asustar a la gente?”.
La sonrisa en los ojos de Eric se intensificó. La guardó y dijo: “Tengo la auténtica conmigo. Si disparas, te seguiré, así que no tengas miedo”.
De este modo, él asumiría toda la responsabilidad, por lo que ella no tenía que temer nada.
Eric simplemente quería que Nicole hiciera lo que quisiera.
Nicole se quedó atónita. Su corazón temblaba ligeramente mientras lo miraba de reojo.
“¿Por qué viniste?”.
La sonrisa de Eric se desvaneció ligeramente. “Te dije que estas son aguas profundas y peligrosas, así que ¿cómo puedo estar tranquilo sabiendo que estás aquí sola?”.
Su voz era profunda y áspera mientras resonaba en el coche.
Nicole curvó las comisuras de los labios. “Gracias, pero, ¿no temes que tome la delantera y discuta con el Señor Lewis sobre este proyecto?”.
Los ojos de Eric parpadearon ligeramente. De repente posó su mirada en Nicole.
“¿No confías en mí?”.
Nicole dijo: “Entre nosotros no hay confianza, ¿no?”.
Decía la verdad.
El coche quedó en silencio durante unos segundos.
Nicole podía sentir el inquietante frīo del cuerpo de Eric.
Qué extraño.
“Entonces, ¿vas a reunirte con el Señor Lewis?”.
Eric frunció los labios y se detuvo un momento. “Sí”.
Él tenía una agenda muy apretada y desde un principio quería hablar con el Señor Lewis sobre el proyecto. Solo que se sentía frustrado de que Nicole expusiera sus intenciones.
Era como si lo que hacía por ella no fuera solo por ella.
Nicole se rio. ‘¡Ja, ja! ¡Este bastardo!’.
Aunque los dos estaban compitiendo, utilizaban métodos completamente diferentes y no tenían ningún conflicto. Todavía no se sabía quién sería el ganador.
Eric la miró. “Lleva esto de vuelta a Atlanta para la investigación. Será demasiado peligroso si se queda aquí”.
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