La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 796

El chófer se quedó atónito por un momento y se apresuró a arrancar el coche.

Las cejas de Nicole se juntaron. “¿A dónde vamos? Mi gente sigue dentro. ¡Quiero bajarme!”.

El bello y hermoso rostro de Eric mostró un toque burlón.

“¿Tu gente? Cuando estabas en peligro, tu gente ni siquiera estaba a la vista. No son tan buenos como yo…”.

Los ojos de Nicole parpadearon ligeramente. Frunció los labios. “¿Trajiste aquí a los familiares de esas tres víctimas?”.

Antes de que Eric respondiera, Toto habló con orgullo.

“Sí, Señorita Stanton. El Señor Ferguson es muy atento con usted. Escuchó que había vuelto a este maldito lugar y dejó de lado muchas cosas de la compañía porque estaba preocupado por su seguridad. Cuando íbamos de camino, estuvo tarareando su nombre todo el camino. Ahh… Nos conmovió tanto cuando lo vimos. ¿Dónde se puede encontrar a un tipo tan grandioso?”.

Lo que Toto dijo en un principio tenía sentido, pero cuanto más hablaba, más se salía del tema.

Toto no se dio cuenta de la mirada fría y asesina de Eric ni de la sonrisa cada vez más juguetona de Nicole.

Eric tuvo que toser fuertemente para interrumpir el incesante alardeo de Toto.

“¿Eres el único con boca?”.

Toto se estremeció. ‘Se acabó… ¡Hablé de más!’.

Él sonrió incómodamente. “Todos tienen una también…”.

Nicole curvó los labios. Una pizca de incomodidad cruzó sus ojos.

“De todos modos, muchas gracias”.

Eric inclinó la cabeza para mirarla con su temperamento reservado y sus rasgos fríos y apuestos. Sus finos labios transmitían una frialdad vagamente distante.

A Nicole le parecía extremadamente pretencioso.

“¿Solo dos palabras de agradecimiento?”, dijo Eric.

‘¡Eh! ¡Él es realmente muy pretencioso!’, pensó Nicole.

Nicole no se inmutó. “Me lo debes, así que esta palabra de agradecimiento es realmente redundante”.

Efectivamente, la cara de Eric cambió al instante.

De repente se sintió menos imponente.

¡Todo era culpa de Ingrid!

Eric se movió en su asiento y habló con deliberación: “Entonces… Ahora estamos a mano, ¿de acuerdo?”.

El ambiente dentro del coche se tensó por un momento.

Nicole trató de retirar su mano, pero Eric la agarró al instante.

‘¡Es tan descarado!’, pensó Nicole.

Los dedos de Eric eran largos y delgados, con líneas bien definidas y una temperatura caliente. Le tomó la mano ligeramente fría y la soltó de mala gana.

Todavía llevaba “La Única” en el dedo anular, que destellaba una luz fría.

El tipo de emoción que estaba reprimida en el fondo de su corazón empezó a brotar de repente en ese momento. Sus agudos ojos negros miraban directamente a Nicole mientras decía: “Lo siento…”.

Su voz era ronca y áspera.

Él tenía tantas cosas que quería decir, pero se transformaron en estas simples palabras.

Obviamente, Eric nunca quiso lastimar a Nicole. Quería protegerla con todas sus fuerzas, pero fue utilizado por alguien para hacerle daño.

Ese tipo de culpa tardía era aún más difícil de soportar que el hecho de que alguien le hiciera daño a él.

Por eso, desde un principio, no permitió que el departamento de relaciones públicas tomara cartas en el asunto.

Tenía que dejar que Nicole descargara su ira.