La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 812

Kai frunció el ceño. “No creo que llegue a ese punto. ¿Crees que Eric Ferguson es un debilucho que el liderazgo de la Corporación Ferguson puede cambiar tan fácilmente?”.

Floyd entrecerró los ojos con rabia. “¿Qué tal si nos aprovechamos de que están en peligro y los hacemos sufrir un poco?”.

Parecía que él realmente guardaba rencor.

Nicole soltó una risa impotente. “No es tan fácil. Creo que Eric conoce el paradero del Viejo Amo Ferguson como la palma de su mano. No estará desprevenido”.

Grant, quien estaba en silencio, dijo de repente: “Eso no es necesariamente cierto. Si atacamos, podríamos obtener una oportunidad de ganar”.

Floyd miró a su hijo mayor con satisfacción.

Efectivamente, su hijo mayor era como él, a diferencia de Kai, quien solo sabía destruir su prestigio.

Nicole hizo una pausa. “Si hubiera sido otro día, seguramente podríamos hacerlo, pero después de hoy, espero que Eric pueda ganar”.

Si Eric ganaba, el Viejo Amo Ferguson se exasperaría.

De esa manera, ella podría vengarse.

Grant y Floyd la miraron con un poco de insatisfacción y querían persuadirla para que no se pusiera apasionada.

Sin embargo, ella habló con franqueza. “El Viejo Amo Ferguson quiere destronarlo, así que no podemos dejar que ese viejo se salga con la suya. Tenemos que dejar que Eric se mantenga en ese cargo firmemente”.

Floyd y Grant asintieron en señal de comprensión.

Parecía que había algo de verdad en ello, pero también parecía que algo andaba mal.

Kai comió la carne que tenía delante y masticó un par de veces. “¿Esta carne está sobrecocida?”.

Nicole hizo una pausa. “¡Julie la cocinó!”.

Julie se rio, avergonzada. "Lo siento, yo…”.

Kai la interrumpió apresuradamente mientras intentaba redimirse.

“¡Me encanta la carne sobrecocida! ¡Tiene una gran textura y sabe increíble!”.

Floyd y Grant se quedaron sin palabras. Incluso Nicole les dirigió una mirada vacía.

Después de la cena, Nicole y Julie caminaron un rato por la sala de estar. Kai las seguía tímidamente.

De vez en cuando, Kai les servía a las señoritas algo de fruta y aperitivos. Era muy atento.

Por supuesto, Nicole sabía quién era su objetivo.

Julie también se sentía avergonzada y estaba sonrojada.

Ya era de noche.

Nicole quería subir a descansar, así que Kai se levantó inmediatamente.