La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 820

Nicole estaba sentada allí, miró inconscientemente hacia arriba y, por coincidencia, vio que Nathaniel y Livia se miraban con un afecto muy profundo.

Ella frunció los labios y bajó la cabeza en silencio.

Si Nathaniel iba en serio con Livia, entonces estaba bien que ellos estuvieran juntos.

Siempre podían terminar si descubrían que no eran adecuados el uno para el otro. No era necesario salir con alguien para casarse.

Como cuando Livia se casó con Keith, ella lo había tolerado hasta el extremo antes de divorciarse. Aparte del odio, no quedaba nada.

¿Quién dijo que las mujeres divorciadas no podían amar caprichosamente?

Además, aunque Nathaniel parecía poco fiable, no era una mala persona.

Nicole comparó a los dos hombres y empezó a gustarle que Livia y Nathaniel fueran una pareja.

Sin embargo, el cuerpo de Keith temblaba de ira.

Antes de que él pudiera levantar la mano para abofetear a Livia, Nathaniel se puso delante de ella.

Parecía que Nathaniel iba a recibir una paliza por ella.

“Livia, eres increíble. Aunque el Señor Ludwig no sepa cómo apreciarte, yo lo haré. No puedo soportar que sientas un mínimo de tristeza. No importan las dificultades y los peligros que nos esperan, mientras estemos juntos, ¡no dejaré que te lastimen!”.

En ese momento, a Nicole le pareció estar viendo una escena de un programa de televisión.

Ella había visto una buena cantidad de mujeres manipuladoras y de dos caras a las que les gustaba actuar de manera lamentable.

Sin embargo, en comparación con Nathaniel, esas mujeres tenían un nivel demasiado bajo.

Livia se conmovió hasta las lágrimas. El profundo amor que se profesaban el uno al otro provocaba la envidia de la gente que los rodeaba.

El rostro de Keith se puso rojo de ira. Su expresión era extremadamente desagradable, como si algo le irritara los ojos.

Él estaba molesto por la actitud de Nathaniel.

Nicole casi sentía un poco de lástima cuando vio a Keith. Era realmente un protagonista masculino miserable en este programa de televisión.

Ella no podía evitar levantar su refresco y tomar un sorbo para calmarse.

Los puños de Keith estaban tan apretados que sus venas estaban hinchadas. Parecía estar tratando desesperadamente de contenerse.