La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 837

Nicole estaba obviamente a la defensiva. Si Sean Moore llevara a Yvette a casa, estaría entrando en la boca del lobo.

Yvette tampoco quería involucrarse con Sean. De todos modos, ya que el contrato no se había firmado, ¿por qué seguiría perdiendo el tiempo para complacerlo?

¡Que siga soñando!

"No, gracias. Todos hemos bebido demasiado esta noche, así que regresemos por separado”.

Yvette tomó el brazo de Nicole. "¿Nos vamos?".

Antes de irse, Yvette entró para disculparse con el resto de los invitados y luego le indicó a su asistente que limpiara el desastre. Después tomó sus cosas y salió pavoneándose.

Cuando Yvette llegó a la puerta, tenía una sonrisa en su rostro pero no se veía mucho mejor.

Antes de que Nicole pudiera preguntarle a Yvette si estaba incómoda, Nicole vio que Grant también las seguía a la salida.

Yvette sonrió y estaba a punto de acercarse a saludarlo cuando vio a otra persona detrás de Grant.

Era una mujer que se veía extremadamente gentil y hermosa.

"¿Aida?".

Grant se había mostrado frío hasta que se dio la vuelta, esbozando una sonrisa cálida mientras extendía su mano para ayudar, cuidadosamente, a una mujer bajando los escalones

Los dos se miraron y sonrieron con un entendimiento tácito.

Era como si no existiera nadie más que ellos.

Desde el momento en que Yvette vio a esta mujer, su rostro se puso miserablemente pálido y cien veces más sombrío.

Nicole frunció el ceño y pensó que la mujer le resultaba familiar, pero no recordaba quién era.

Grant vio a Yvette y se quedó atónito por menos de medio segundo, luego vio a Nicole.

Él sonrió y dijo: "Pequeña N, ¿no la reconoces?".

Nicole sacudió la cabeza con honestidad.

Yvette se quedó en silencio durante unos segundos y habló con una sonrisa: “Ella era la chica más popular de nuestra escuela, es dos años mayor que nosotros, Aida Webber. ¿No te acuerdas?”.

Nicole de repente se dio cuenta de que esa persona sí existía, pero ella había olvidado por completo cómo se veía.

Grant miró con impotencia a Nicole. "Supongo que tu memoria no es tan buena como la de Yvette".

“Grant, mi chofer aún está por aquí. Llevaré a Yvette a su casa y de paso recogeré algunas cosas que están en su casa. Ustedes pueden irse primero…”.

Grant frunció el ceño, vagamente insatisfecho.

Aida estaba en el coche. Bajó la ventanilla y sonrió con los ojos entrecerrados, luego sacó la lengua juguetonamente.

"Nicole, tu hermano se va a enojar...".

Grant se quedó atónito y sin poder evitarlo, extendió la mano para pegarle suavemente en la frente, de manera cariñosa e indefensa.

“Nunca me pongo de acuerdo con los niños”.

Grant miró a Nicole y dijo: "Vuelve pronto a casa".

Después de eso, él se dirigió directamente al lado del conductor, se subió, encendió el coche y se fue.

Nicole giró la cabeza.

Cuando vio que los ojos de Yvette estaban enrojecidos, no supo qué decir...