La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 838

Nadie lo dijo explícitamente, pero Nicole sabía lo que estaba en el corazón de Yvette. Como Yvette no se lo decía, Nicole fingía no saberlo.

La actitud de Grant hacia Yvette siempre se basó en el hecho de que ella era la mejor amiga de Nicole. No había ninguna diferencia entre la forma en que Grant trataba a Yvette y a Julie.

Grant era indiferente a cualquier mujer que le ofreciera atención, y Nicole siempre pensó que le sería muy difícil conseguir una novia.

Por lo visto había excepciones, como Aida Webber..

Yvette no pudo soportarlo más. De repente se encorvó, se puso en cuclillas y se abrazó a sí misma.

Sus hombros temblaban porque estaba llorando.

Era el llanto silencioso más desesperado.

Nicole suspiró.

Naturalmente, ella prefería a su mejor amiga, pero no podía obligar a Grant a que le gustara Yvette.

Nicole se agachó junto a Yvette sin decir una palabra.

Los sollozos de Yvette hicieron que Nicole pensara en su triste pasado. De repente sintió un dolor punzante en el corazón que la adormecía.

Al instante, a Nicole le ardían los ojos.

El primero en enamorarse, estaba destinado a ser el más humillado entre ellos.

Cuando a Nicole inicialmente le gustaba Eric Ferguson, fue valiente y humilde durante tres años. Fue realmente difícil poder salir de ese matrimonio.

Nicole le ofreció todo su corazón y esperaba que Eric lo viera y respondiera, pero él no lo hizo.

Tal vez, era porque no quería verlo.

De repente, una sombra bloqueó la luz frente a ella. Su campo de visión se redujo.

Nicole levantó la vista con los ojos enrojecidos y miró estupefacta al hombre que tenía delante. Ella se sobresaltó.

Los ojos negros e intimidantes del hombre la miraban fijamente. Sus pestañas eran largas y gruesas, y su voz era hosca y fría. "¿Quién te intimidó?".

¿Quién iba a pensar que se encontraría con Eric aquí en este momento? Nicole no tuvo la oportunidad de esconder la vulnerabilidad en sus ojos.

Nicole no quería que nadie la viera así, especialmente Eric.

La mirada nerviosa del hombre no era disimulada. '¡Ella debe estar llorando aquí porque la han intimidado! ¡¿Quién se atreve a intimidarla?!’.

Por un momento, Eric ya había pensado en cien formas de matar a ese patán.

Nicole se calmó. Junto a ella, Yvette también dejó de sollozar.

Seguramente no quería que Eric se diera cuenta de nada.