La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 856

Nicole se quedó sin palabras. ¿Gastar decenas de miles en un gimnasio solo para meditar?

Yannick finalmente reaccionó y le dio una presentación entusiasta.

“Este gurú es un monje iluminado de las montañas, su experiencia de meditación no tiene paralelo en este mundo. ¡No hay verdad en este mundo que sea impenetrable para él! ¡Eres su primera alumna!”.

Molly estaba muy feliz. ¡Ella finalmente había encontrado un deporte libre de sudor!

Inmediatamente después, Yannick hizo que alguien llevara a Molly a la "sala de meditación".

“¿Qué te gustaría hacer, Señorita Stanton?”.

Yannick pensó que ella elegiría un ejercicio ligero como el yoga que no la lastimaría y también la haría feliz.

Nicole dudó por un momento. Dado que ella ya estaba aquí y los instructores eran campeones nacionales, ella debería probarlo.

“Taekwondo”.

Yannick hizo una pausa y la miró. "Por supuesto. Puedes cambiarte de ropa adentro. Practicaré contigo”.

Él apretó los dientes. El instructor de taekwondo era un campeón mundial.

Si el instructor lastimaba accidentalmente a Nicole, Yannick no podría asumir las consecuencias.

Por lo tanto, Yannick solo podía entrenar con ella él mismo. Como mucho, él simplemente la dejaría ganar.

Nicole lo miró con sorpresa pero no dijo nada y entró a cambiarse de ropa.

El servicio de alta gama de este gimnasio era que todo estaba preparado para los clientes. Definitivamente no escatimarían en nada.

Después de todo, las personas que venían aquí eran personas de alto nivel y extremadamente sofisticadas, por lo que era imposible engañarlos con ropa y herramientas pobres.

Nicole eligió un traje deportivo gris. Con su hermoso cuerpo y rasgos brillantes, atraía demasiado la atención.

Sin embargo, ella se veía delicada y débil, como si un solo golpe fuera suficiente para matarla.

Ella se hizo a un lado para correr y calentarse. Yannick se cambió de ropa y salió. Comparado con ella, sus músculos parecían que limpiaría el suelo con ella.

El entrenador de taekwondo dijo: "¿Vas?".

Yannick asintió y frunció el ceño con fuerza. Él no sería demasiado exigente con ella, ya que se le haría difícil explicarse si ella intentaba luchar seriamente contra él.

Una princesita parecida a una muñeca de porcelana tenía que ser mimada después de todo.

El entrenador de taekwondo dijo: "¿Por qué no vas y calientas?".