La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 896

Nicole salió. Mientras soplaba el viento frío, su mente se calmó al instante.

Ella exhaló lentamente un suspiro.

Afortunadamente, todo estaba resuelto.

Si Eric aún quería salvar su reputación, debería saber cómo retroceder y dejar de molestarla.

De repente, una mano se extendió a su lado, sosteniendo un pañuelo de hombre color gris. Su ligera fragancia era cálida.

Nicole miró a Clayton, quien estaba en silencio pero desolado.

Las palabras de ella fueron contundentes e implacables, pero Clayton pudo sentir que Nicole había reunido mucho coraje para sacar a Eric de su vida.

Mientras ella lastimaba a Eric, también se cortaba a sí misma con el cuchillo.

Resultaba que ella aún sentía algo por Eric.

Clayton levantó la cabeza y le limpió suavemente las lágrimas de las comisuras de sus ojos.

Nicole no sabía cuándo había comenzado a llorar.

Clayton suspiró. “Nicole, si es muy difícil dejarlo ir, tómatelo con calma. Me duele el corazón cuando te veo así”.

Los ojos de Nicole aún estaban enrojecidos, pero su rostro ya había vuelto a ser brillante y hermoso. Ella sonrió.

“Después de todo, él me gustaba mucho. Me tomó un año dejarlo ir, así que ya está bien. Hoy actúe con determinación. Algunas cosas no se pueden tomar a la ligera”.

Cuanto más ligero era, más doloroso se iba a sentir. Nicole entendía muy bien ese sentimiento.

Clayton conocía el pasado de Nicole. Sus sentimientos por Eric no habían surgido de la noche a la mañana. Estaban profundamente arraigados en sus huesos.

Ella estaba segura en la familia Stanton, pero estaba dispuesta a ser cautelosa con la familia Ferguson. Estuvo dispuesta a cambiar mucho solo por Eric.

Cuanto más entendía Clayton esto, más le dolía el corazón por ella.

Nicole estaba mucho mejor después del divorcio. Era brillante, enérgica y segura de sí misma. Este era su verdadero yo.

Él bajó la mirada y sonrió antes de abrirle la puerta del coche. “¿Quieres volver a la oficina o dar un paseo?”.

Nicole entró. Después de calmarse, sacó su teléfono y lo revisó. No había mensajes de Grant, así que no debía haber nada urgente en la oficina.

“Quiero ver a Yvette. ¿Puedes llevarme a su oficina?”.