La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 937

Después de escuchar sus palabras, las comisuras de los labios de Clayton se alzaron en una cálida sonrisa.

Él se sentía completamente seguro.

Desde el principio, Nicole nunca le había dicho "Me gustas", pero ella ya estaba preparada para gustar de él.

Eso era suficiente.

Eric no era importante. No importa lo que hiciera, era imposible para él volver a tener el corazón de Nicole.

Clayton tomó su mano y no la soltó.

Aunque Nicole no estaba acostumbrada, no se sintió incómoda.

Clayton la acompañó a su puerta pero no entró.

Él la miró con una sonrisa amable. “Buenas noches, Nicole”.

Clayton vivía arriba, muy cerca de ella.

Nicole sonrió y se despidió. "Buenas noches".

Los dos se pararon cara a cara, nadie se fue primero.

"¿Te vas primero?", sugirió Nicole.

Clayton dijo: “Entra tú primero”.

......

Los dos lucharon por un tiempo y la cara de Nicole en silencio se puso roja.

De repente, sonó el teléfono de la habitación y ella suspiró aliviada. “¡Está bien, entraré primero!”.

Ella corrió adentro como si estuviera huyendo.

Nicole escuchó el sonido de la puerta cerrándose y se congeló levemente. ¿No había cerrado la puerta?

Clayton le cerró la puerta y se quedó allí un rato antes de irse lentamente.

La llamada telefónica era de Yvette. Nicole sonrió y contestó.

"¿Aló?".

El sonido de un llanto reprimido sonó desde el teléfono mientras Yvette sollozaba y tenía hipo.

“Nicole, me convirtieron en una amante. ¡Sean ya estaba casado!”.

Nicole estaba atónita. Antes de que tuviera tiempo de preguntar, de repente escuchó la voz gruñona de Sean por teléfono.

"¿A quién estás llamando? ¿No te dije que resolvería este asunto?”.

Nicole respondió.

El tono de Grant era un poco ansioso. "¿Qué pasó? ¿Por qué de repente llamaste a los guardaespaldas?”.

Nicole no estaba sorprendida de que Grant supiera sobre esto. No había tiempo para que ella pensara.

“Yvette está en problemas. Ella está siendo controlada por Sean. Voy a ir allí ahora para verificar la situación, así que necesito personal”.

"Ten cuidado".

Grant colgó después de hablar.

Nicole suspiró, su corazón se sentía un poco complicado.

La dirección no estaba muy lejos. La seguridad del vecindario de lujo era naturalmente más estricta y le preocupaba que la detuvieran afuera.

Cuando llegó a la puerta, Nicole miró a su alrededor y encontró ese lugar algo familiar.

Tan pronto como los guardias de seguridad y los guardaespaldas en la puerta vieron su coche, educadamente se acercaron y abrieron el portón para ella.

“Bienvenida a casa, Señorita Stanton…”.

Oh, de repente recordó algo. Ella también tenía una casa aquí…