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No había sido fácil para ellos dos llegar hasta este punto juntos. Dejando de lado el asunto de Yvette, Grant y Aida eran la pareja ideal. Eran compatibles en todos los aspectos.
Nicole era la hermana de Grant, así que lo primero en lo que pensó era en la opinión de Grant.
Si él estaba feliz, ¡Nicole estaba totalmente de acuerdo!
Grant miró a Aida con impotencia. Parecía que el compromiso había sido idea de Aida.
Floyd estuvo de acuerdo con las palabras de Nicole. "Así es. También creo que es mejor casarse de inmediato. Ha pasado mucho tiempo desde que ha habido una boda en la familia. Si se casan de inmediato, pueden hacerlo como quieran. Háganlo tan grandioso como quieran. ¡Yo lo pagaré!”.
Floyd se palmeó el pecho mientras hablaba.
Aida bajó la cabeza y sonrió. Sus cejas se alzaron con una ligera vergüenza.
“No tenemos prisa por casarnos ya que aún tengo mucho trabajo. Hay mucho trabajo que hacer para una boda, y me temo que no tengo tiempo para ello. No será demasiado tarde para volver a hablar del matrimonio después de que pase un tiempo y pueda dejar de lado mi trabajo”. Aida explicó con voz suave. Sus modales eran decentes y cómodos. Ella realmente era como una brisa primaveral.
No era de extrañar que Grant siguiera mirándola como si estuviera enamorado. Nunca miró a otras mujeres con esos ojos.
Tal vez este era el destino.
Floyd frunció el ceño y estaba a punto de decir algo.
Nicole sonrió y tomó su brazo, hablando en nombre de Aida.
“Papá, no le hagas caso a Aida. Probablemente sea porque Grant está muy ocupado ahora. ¿Cómo voy a encargarme de los asuntos de la compañía yo sola? Además, tengo que concentrarme en varios proyectos y cuento con el apoyo de Grant. No quiero retrasar su matrimonio, pero no puedo evitarlo…”.
Aida se usó a sí misma como la razón por la que no se casaran de inmediato. Si continuaba así, Floyd encontraría definitivamente varias razones para persuadirla.
Nicole no creía que el matrimonio fuera tan atractivo, así que habló a favor de Aida.
Aida le sonrió agradecida.
Grant tosió y le siguió el juego.
"Así es. La Pequeña N tiene que trabajar horas extras, pero creo que no es lo suficientemente atenta, así que es mejor dejar que viva en la oficina…”.
Nicole se quedó sin palabras. '¡¿Es siquiera mi hermano?!'.
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