La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 987

Naturalmente, Nicole sabía que no había avances emocionales en Julie y que ésta estaba en conflicto sobre si aceptar o no la buena voluntad de Kai.

Nicole le aconsejó a Julie que se lo tomara despacio y lo pensara antes de decidir.

Sin embargo, no se atrevía a decirle esto a Kai.

Kai se burló. “Eso me gusta más. Aida, si tienes alguna celebridad que te guste, puedo invitarlo a la ceremonia de compromiso. Considéralo mi regalo de felicitación…”.

En la industria del entretenimiento, Kai era un gran jefe.

Aida levantó la vista con sorpresa y habló sin dudar.

"¿De verdad? ¡Fabian! ¡Me gusta Fabian!”.

'¿Oh? ¿Ese ídolo joven?’. Nicole levantó la vista inconscientemente y vio a Aida con estrellas en los ojos mientras juntaba las manos.

“El Pequeño Fabian es demasiado adorable. Quiero que venga. ¿Es eso posible?".

Kai esbozó una sonrisa malvada y parecía despreocupado.

“Por supuesto…”.

En el momento en que Kai levantó la vista, vio la mirada de advertencia de Grant, así que al instante se retractó de sus palabras.

"¡Por supuesto… que no!".

Los ojos estrellados de Aida se apagaron por un momento. "¿Es difícil?".

Con la posición de Kai, no debería ser un problema invitar a un joven ídolo popular, ¿verdad?

Kai sonrió tímidamente.

“Escuché que Fabian fue tomado bajo el ala de un director famoso y estará entrenando durante dos meses. No se le permite tomar tiempo libre”.

Aída suspiró. Su rostro hermoso y gentil se llenó de decepción.

“Es una pena. ¿Podrías ayudarme a decirle a Fabian que trabaje duro en la película? Lo apoyaré siempre y esperaré a que crezca…”.

¿Esperar a que crezca?

Kai y Nicole intercambiaron una mirada. ¿Por qué eso sonaba un poco peligroso?

Ellos sentían que el aire de la sala se enfriaba.

Floyd no quería involucrarse en esto y se puso de pie mientras se cubría la cabeza, actuando como si quisiera irse.

"Me duele la cabeza. Subiré a descansar un rato”.

Él no podía manejar los temas de los que hablaban los jóvenes.

Grant sonrió peligrosamente.

“¿Esperar a que crezca? ¿Es él mejor que yo?”.

Aída se quedó helada.