La Heredera Divorciada Billonaria romance Capítulo 991

Los besos de Clayton eran leves y superficiales. Justo cuando Nicole logró tomar un aliento después de superar su nerviosismo, de repente la besaron de nuevo, con más fiereza que antes.

Clayton había aguantado tanto que le dolía. En el momento en que él probó su dulzura, perdió el control y no quería soltarla.

Nicole no lo rechazó. El cuerpo de Clayton gritaba con la idea de devorarla, haciendo que cada poro de su cuerpo cantara de emoción y excitación.

Sin embargo, él se limitó a recorrer con delicadeza sus labios, saboreando cada parte de ella y disfrutando del festín que tanto le costó ganarse.

Poco a poco, la consumió toda para seguir saboreando su exquisitez.

Nicole se quedó sin aliento por sus besos, sentía que su cuerpo se ablandaba. Si no fuera por sus fuertes brazos agarrando su cintura, sus piernas habrían cedido y habría caído al suelo.

Era solo un beso.

Nicole se sintió avergonzada de su propia reacción, su rostro estaba aún más caliente que el febril Clayton.

Debía ser porque hacía mucho tiempo que no estaba rodeada de jóvenes, ¡así que sus hormonas se estaban volviendo locas!

Nicole no podía entender cómo alguien tan caballeroso, siempre cálido y elegante, podía besar como un demonio sabio.

Ella solo podía seguirle la corriente y hundirse inconscientemente.

Nicole sentía que su cuerpo se calentaba. Justo cuando estaba a punto de asfixiarse, el hombre finalmente la soltó de manera reacia.

Su mirada amorosa estaba llena de felicidad.

“Respira…”.

Su voz se oía ronca pero era letal.

Nicole se despertó al instante y pudo empezar a respirar con normalidad. Su aspecto avergonzado llamó la atención del hombre.

Su corazón latía tan rápido que se sentía algo anormal.

Ella se levantó de repente, pero sus piernas estaban débiles e inestables, por lo que volvió a caerse.

Afortunadamente, el hombre la arrastró ágilmente hacia sus brazos. Él dejó escapar un gruñido ahogado y soltó una risa ronca.

“¿Tanto te gustó? ¿No puedes soportar dejarme ir?”.

Los hombres eran realmente malos por naturaleza.

Nicole se mordió el labio inferior. Su rostro casi se pone completamente rojo. Ella se esforzó por levantarse y evitó su mirada oscura.

“Si no fuera por el hecho de que estás enfermo…”.

Ella se quejó en voz baja, inventando excusas para su comportamiento.

Nicole no quería admitir que estaba hechizada por él.

Ahora era un hombre completamente diferente al que la había besado hace un momento.

Nicole se sonrojó mientras su cerebro sufría un cortocircuito.

“Oh… No es gran cosa. Es solo un beso, ¿verdad? ¡Lo consideraré como una picadura de mosquito!”.

En realidad solo decía lo que le entró a la mente. Ni siquiera sabía lo que estaba diciendo.

Clayton frunció los labios mientras la miraba.

Su expresión era muy complicada.

Él se tocó la frente febril y luego rechinó las muelas.

“¿Te gustan tanto las picaduras de mosquito?”.

Él tenía muchas ganas de reírse de la frustración.

Nicole se quedó atónita por su franqueza.

Su cara se puso roja como un tomate ante su insinuación.

Sus ojos hermosos se abrieron de par en par y lo señaló, tartamudeando: "¡Tú... Rufián!".