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La Heredera: Gambito de Diamantes romance Capítulo 953

Paulina dormía tan profundamente que no se despertó hasta las tres de la tarde, pero para cuando Patrick llegó a buscarla, encontró la habitación vacía.

¡Carlos ya se la había llevado a pasear!

Así es, de verdad se la llevó a pasear...

Pero, mientras tanto, Carlos tenía todo lo relacionado con Lago Negro bajo control, manejando cada detalle con una precisión impresionante.

En solo unas horas, Lago Negro sufrió nuevas pérdidas, lo que estaba volviendo locos a todos los integrantes de la familia Ward.

Los veteranos que todavía quedaban en Lago Negro no ocultaron su descontento con Patrick, y su presión sobre él aumentaba con cada minuto que pasaba.

Patrick, al borde del colapso, apenas terminó la reunión con los veteranos y salió de inmediato a buscar a Paulina.

La respuesta que recibió fue: —La señora estuvo dormida en casa toda la mañana, así que nuestro jefe la llevó a despejarse un rato.

Patrick se quedó mudo.

Después de escuchar esto, el enojo se le subió directo a la cara.

Lago Negro estaba sumido en el caos, y cada media hora había una nueva pérdida.

Las cifras eran tan escandalosas, que Patrick ya ni siquiera quería pensar en ellas.

Si lo hacía, sentía que le iba a dar un infarto.

Con todo ardiendo a su alrededor, le informaban que Paulina y Carlos se habían ido de paseo.

Por primera vez, Patrick deseó no haber tenido nunca a esa hija que solo le traía problemas.

—¿Y para cuándo regresan?

Preguntó, conteniéndose para no gritar.

—¿Quién sabe? —respondió Eric, encogiéndose de hombros—. La señora decide. Capaz que se le antoja ir de compras, o meterse a una piscina termal, y no regresan hasta la medianoche.

Patrick apretó los dientes.

Por dentro, luchaba para no explotar. Pero esta vez, simplemente no pudo contenerse.

¡Hasta la medianoche!

Él ya quería resolver todo de inmediato para frenar las pérdidas de Lago Negro.

Y ella, tranquila, paseando y dándose sus gustos...

Esta vez, Patrick ni siquiera intentó disimular su molestia.

Aun así, se mordió la lengua y no le gritó a Eric. Al salir del hotel, le ordenó a Quentin que investigara de inmediato el paradero de Paulina y Carlos.

...

Dentro del hotel, Julien miró a Eric y comentó:

—Sí que sabes picar donde duele, ¿eh? ¿Lo hiciste a propósito?

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