La Heredera Revelada: El Camino del Poder romance Capítulo 115

La noche caía como un manto oscuro sobre las calles de Puerto San Martín, iluminadas por el vibrante resplandor de los neones. Dante acababa de terminar una montaña de documentos, y al frotarse las sienes, sus profundos ojos reflejaban un leve cansancio difícil de percibir.

Alzó la muñeca para mirar su reloj: ya eran más de las diez de la noche.

—Marcelo.

Su voz era grave, con un toque de aspereza.

Esta suite era la presidencial del Hotel Corona Dorada, equipada con un estudio, una pequeña sala de cine y una sala de billar. Al escuchar su nombre, Marcelo entró al estudio.

Caminó rápidamente hacia dentro. Claramente, también había estado ocupado, pues sus ojeras eran notorias.

—Señor Dante.

—¿Cómo estuvo el día de Aurora?

Dante preguntó con aparente calma, como si fuera una simple curiosidad, pero Marcelo percibió el interés genuino del señor Dante por la señorita Lobos.

Con una sonrisa, respondió:

—La señorita Lobos estuvo en el centro con Simón Lobos esta mañana. Compraron varias prendas de temporada, todas de marcas de lujo muy costosas.

Hizo una pausa y añadió:

—Luego fueron al Hospital General Santa Clara, aunque no se quedaron mucho tiempo. Ahora debe estar en la habitación frente a la nuestra.

Dante tamborileó con los dedos sobre la mesa, pensativo. Prendas de temporada... marcas de lujo. ¿La familia Lobos ya no pretendía ser pobre?

—Por cierto, señor Dante.

Marcelo recordó algo y le entregó su celular. La pantalla mostraba lo que estaba en tendencia en Twitter.

Dante tomó el celular, y sus ojos se posaron en el encabezado de la tendencia:

#AcademiaSócratesdeAltasArtesmaestroMartellApoyaAMónica#

Al abrirlo, se encontró con el artículo "clarificador" de Gerardo, lleno de justificaciones, y una avalancha de comentarios apoyando a Mónica.

Rápidamente los revisó, frunciendo el ceño mientras su mirada se oscurecía.

—¿A qué se dedica exactamente la familia Narváez?

Marcelo rápidamente buscó la información sobre la familia Narváez.

Dante señaló la pantalla con indiferencia, como si discutiera sobre el clima.

—Entendido.

Marcelo captó la indirecta. ¡El señor Dante iba a retomar la conquista de su amada!

En la suite presidencial de enfrente, Aurora acababa de salir de la ducha. Todavía llevaba el suave aroma del jabón y las gotas de agua resbalaban por su piel.

Secándose el cabello mojado de manera despreocupada, se acercó a la cama y tomó su celular del buró.

La pantalla estaba llena de notificaciones que aparecían sin cesar.

¿Eh?

Aurora se sorprendió. No solía seguir las noticias de moda, así que ¿por qué tantas notificaciones?

Al desbloquear el celular, vio los mensajes de la aplicación de Twitter:

[¡Tu comentario ha recibido un 'me gusta'!], [¡Han respondido a tu comentario!], [¡Tu comentario se ha vuelto popular!]