La Heredera Revelada: El Camino del Poder romance Capítulo 129

Liam se quedó pensativo por un momento, y sus ojos brillaron con determinación. “Voy a investigar todo sobre Aurora. No creo que exista alguien tan perfecto en este mundo.”

—Solo tengo que encontrar su talón de Aquiles... ¿Cómo no voy a poder con ella?

Al escuchar esto, Mónica esbozó una sonrisa fugaz, una chispa de satisfacción en su mirada.

—Liam, confío en ti. ¡Sé que puedes ayudarme con la familia Narváez! —dijo Mónica mientras se acurrucaba en el abrazo de Liam, con una voz suave y llena de confianza.

Liam se sintió animado por la confianza y dependencia de Mónica, llenándose de una energía renovada. En silencio, prometió descubrir los secretos de Aurora. Lo haría por Mónica, pero también para saldar su propia cuenta pendiente.

Con este propósito, Liam comenzó a utilizar sus conexiones dentro de la familia Olivera, preguntando por doquier sobre Aurora. Quería encontrar cualquier debilidad que pudiera tener, incluso si solo eran rumores sin fundamento, no dejaría escapar nada.

Liam se convirtió en un sabueso, siguiendo cualquier rastro que Aurora pudiera haber dejado, decidido a derribarla de su pedestal.

…

En ese momento, Aurora estaba en un estudio con una iluminación suave. Este lugar era su refugio secreto, conocido al público como un taller de diseño de joyas, pero en realidad, era su reino personal de diseño llamado ‘Orilla del Atardecer’.

Aunque compartía nombre con el bar ‘Orilla del Atardecer’, las actividades de ambos lugares eran muy diferentes. Como a Aurora no le gustaba complicarse con los nombres, cuando fundó el bar también lo llamó ‘Orilla del Atardecer’.

A diferencia del bar, que tenía un diseño interior de lujo, el estudio era moderno y minimalista. En los estantes metálicos de líneas fluidas, se exhibían de manera ordenada piedras preciosas y semiacabados brillantes. El aire estaba impregnado con un sutil aroma de metales y pinturas, mezclado con un toque de fragancia de alta gama, que revitalizaba el ánimo.

Todos conocían a la misteriosa dueña detrás de ‘Orilla del Atardecer’, famosa por su casi obsesiva búsqueda de la excelencia y su talento artístico asombroso. Sin embargo, nadie sabía que esta joven y atractiva dueña era en realidad la supuesta hija ilegítima de la familia Narváez, quien había causado un revuelo en Puerto San Martín: Aurora.

Antes de entrar en ‘Orilla del Atardecer’, todos los empleados debían firmar un acuerdo de confidencialidad. El acuerdo era simple: no podían revelar nada sobre ‘Orilla del Atardecer’ ni sobre su dueña.

—Jefa, ¡usted es increíble! No me había percatado de ese detalle —dijo un diseñador con gafas doradas, lleno de admiración y curiosidad—. Su comprensión de las joyas supera con creces la nuestra.

Aurora sonrió levemente, sin dar mayores explicaciones, y solo dijo con tranquilidad:

—El diseño es cuestión de detalles. Cada pequeño detalle define el resultado final de una obra. Cada pieza de ‘Orilla del Atardecer’ debe ser una obra de arte única.