La Heredera Revelada: El Camino del Poder romance Capítulo 181

El hombre esbozó una sonrisa enigmática.

—Marcelo —Dante dejó su celular sobre la mesa y habló con serenidad—. Mañana al mediodía, reserva un restaurante tranquilo.

—Sí, señor Dante —respondió Marcelo con respeto.

Dante observó la pantalla de su celular, y su sonrisa se hizo aún más profunda.

¿Auri podrá regresar mañana al mediodía?

...

Frente al edificio del Grupo Gálvez.

Aurora y Emilio salieron juntos por la puerta principal.

—Señorita Lobos, realmente le agradezco mucho. Sin usted, el Grupo Gálvez quizás... —Emilio expresó genuina gratitud, y su tono fue particularmente cortés—. Almorcemos juntos, me gustaría agradecerle adecuadamente.

Aurora dibujó una suave sonrisa en su rostro sereno—. Director Marcano, no hay de qué, fue un pequeño gesto.

Su celular vibró.

Al revisarlo, vio que era un mensaje de Dante, breve y al grano:

[Dante: ¿Tienes tiempo mañana al mediodía? Vamos a almorzar juntos.]

Al verlo, Aurora sonrió ligeramente y respondió con un 'Sí'. Luego, volvió su mirada hacia Emilio con una sonrisa de disculpa—. Director Marcano, aún necesita encargarse de algunos detalles en el Grupo Gálvez. No podré almorzar, el señor Olivera me ha invitado a almorzar, debo regresar a Puerto San Martín.

Ahora ella y Emilio eran más como aliados estratégicos.

Él también estaba al tanto de su relación con Dante, y Aurora no lo ocultó.

Emilio, al escucharla, mostró comprensión inmediata.

—La invitación del señor Dante es, por supuesto, más importante. Entonces otro día, después de que resuelva los asuntos en Nueva Granada, volveré a Puerto San Martín a organizar un banquete para agradecerle, señorita Lobos.

Él entendía que tener la oportunidad de compartir una comida con alguien como Aurora ya era un honor.

Además, con la invitación personal del señor Dante, no se atrevía a competir.

Aurora asintió, aceptando la propuesta.

Después de despedirse, Emilio llevó a Aurora en su carro directamente al aeropuerto de Nueva Granada, observándola mientras entraba en la terminal antes de soltar un largo suspiro.

...

Mientras tanto, en la oficina presidencial del Grupo Narváez en Puerto San Martín.

—Hola, ¿es Auri? Mañana a las diez de la mañana, pasa por la oficina, hay algunos asuntos sobre la transferencia de acciones que me gustaría discutir contigo.

Subrayó especialmente las palabras "transferencia de acciones".

Su tono llevaba una sutil insinuación de persuasión.

Aurora levantó una ceja, una chispa de duda brilló en sus ojos.

¿Transferencia de acciones?

¿Qué tramaba Eduardo?

Dada la situación actual de la familia Narváez, estarían ansiosos de aferrarse a ella como un salvavidas, ¿por qué ofrecerían voluntariamente una transferencia de acciones?

A menos que...

Su mente corría, pero su rostro permanecía impasible—. ¿Transferencia de acciones? ¿El presidente Narváez se refiere a... las acciones del Grupo Narváez?

Su tono mostraba una sorpresa perfectamente medida y una pizca de expectativa apenas perceptible.

Eduardo, al escuchar el "entusiasmo" en la voz de Aurora, se volvió aún más arrogante—. ¡Por supuesto que son las acciones del Grupo Narváez! Auri, después de todo, has vivido con la familia Narváez tantos años y nosotros no somos desagradecidos. Darte algunas acciones es lo correcto.