La Heredera Revelada: El Camino del Poder romance Capítulo 205

Aurora observaba cómo la ciudad se hacía cada vez más pequeña bajo sus pies, y un sentimiento de nostalgia se apoderaba de ella. Puerto San Martín había sido su hogar durante catorce años, un lugar lleno de recuerdos entrañables. Ahora, estaba a punto de dejarlo atrás para comenzar una nueva etapa en su vida.

Nueva Granada...

Cerró los ojos y se recostó en el asiento del avión, tratando de relajarse mientras su mente divagaba en lo que le esperaba.

No supo cuánto tiempo había pasado cuando, finalmente, el avión aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Nueva Granada. Al salir del avión, un aire seco y frío la recibió, tan diferente del clima húmedo de Puerto San Martín.

Afuera del aeropuerto, varias limusinas negras la esperaban. Las placas numeradas de forma consecutiva eran un claro indicativo del poder y la influencia de la familia Lobos en Nueva Granada.

Los miembros de la familia Lobos subieron a los carros y la caravana se dirigió lentamente hacia el centro de la ciudad. A través de la ventana, Aurora observaba cómo el paisaje urbano desfila a su lado: rascacielos, tráfico constante, un bullicio incesante. Era Nueva Granada, la capital del País A, el centro del poder y la riqueza.

Aurora contemplaba el paisaje con la mente llena de pensamientos cuando de repente su celular sonó. Era un mensaje de Verónica.

[Vero: "¿Llegaste ya, mi amor? Recibí la dirección que me envió el patrocinador, queda en las afueras, en 'Rancho Loma de Niebla'. Se ve bastante apartado."]

[Aurora: "Ya estoy en Nueva Granada, en un rato voy para allá."]

[Vero: "OK, avísame cuando llegues. Si surge algo, contáctame de inmediato."]

Aurora guardó su celular y levantó la mirada hacia Paloma, quien estaba en el asiento delantero.

—Mamá, tengo que atender algo primero. Regresaré a la familia Lobos más tarde.

El regreso de la familia Lobos a la capital era todo un acontecimiento, y en esa limusina solo viajaban Paloma y Aurora.

Paloma se giró un poco, mirándola con cierta preocupación.

—¿Qué asunto es ese? ¿Es urgente? ¿Necesitas que te acompañe?

—Bueno, está bien. Solo cuídate y avísame cuando llegues.

—Claro, lo haré —asintió Aurora mientras se dirigía hacia la entrada del hotel.

Después de despedirse, Aurora tomó un taxi y le dio al conductor la dirección que Verónica le había enviado: Rancho Loma de Niebla.

El conductor parecía no estar muy familiarizado con el lugar, así que buscó el destino en el GPS para confirmar la ruta.

—Señorita, el lugar al que va está bastante lejos, en las montañas a las afueras. El camino no es muy bueno, así que puede que nos tome un poco más de tiempo —advirtió el conductor.

—No hay problema, maneje con calma. La seguridad es lo más importante —respondió Aurora con serenidad.

El taxi arrancó y se adentró en el tráfico, dirigiéndose hacia las afueras de Nueva Granada. Poco a poco, los rascacielos fueron desapareciendo, dando paso a vastos campos verdes y montañas que se extendían en la distancia.