Entrar Via

La Heredera Revelada: El Camino del Poder romance Capítulo 55

Al escuchar el tono serio de Aurora, Verónica se quedó en silencio por unos segundos más.

Aurora estaba algo intrigada cuando Verónica, de pronto, dijo:

—Entonces, cuando mencionaste que tu mamá te llamó a cenar, ¿no te referías a la madre adoptiva de la familia Narváez, sino a la señora Paloma de la familia Lobos de Nueva Granada?

—Ajá.

—¿Y desde cuándo tienes que ver con la familia Lobos?

Aurora, al oír esto, se tomó un momento para reflexionar y respondió con sinceridad:

—Porque soy Aurora, la señorita de la familia Lobos que se perdió hace catorce años.

—¡No puede ser!

Verónica quedó pasmada.

Jamás se habría imaginado que su gran amiga Aurora, con la que había compartido tantas aventuras y sueños de convertirse en la mujer más rica del mundo, ya había nacido en una cuna de oro.

Antes, había sabido que Aurora desapareció a los diez años y que había soportado penurias con la familia Narváez durante catorce años. Incluso había llorado por su difícil situación...

Y ahora, su amiga de toda la vida, la "Cenicienta", se había convertido en la princesa de una familia acaudalada.

¿Cómo seguir con este juego?

Aurora esperaba escuchar más de Verónica, pero la llamada se cortó de repente.

Miró la pantalla de su teléfono, confundida.

Al instante, apareció un nuevo mensaje en la conversación:

[Vero: Hermana~ ¡adopta a esta pobre amiga~ jeje~]

Aurora casi podía imaginar a Verónica diciendo eso con un tono juguetón y una sonrisa traviesa.

Decidió no responderle.

A su alrededor, había muchos lugares de entretenimiento y taxis disponibles.

Alzó la vista y vio un taxi con el letrero de "disponible" acercándose. Hizo una señal para que se detuviera, subió y le dio la dirección al conductor:

—Lléveme al Hotel Corona Dorada, por favor.

Ya era más de la una de la madrugada, y no podía regresar al hospital. Estaba en el centro de Puerto San Martín, lejos de su casa.

—Sí, desde el principio dije que no deberíamos ocultarle nada a nuestra hermana.

Un sonido de notificación interrumpió sus pensamientos.

Román tomó su celular del mueble junto a la cama y abrió el mensaje no leído.

El número remitente era un conjunto de cifras que comenzaban con 0, típico de un operador virtual, lo que generalmente ignoraba. Pero al leer el contenido, sus ojos brillaron con interés.

Simón seguía hablando sin parar:

—Sólo tenemos a una hermana, Aurora, y ha sufrido tanto con la familia Narváez. Cuando te recuperes, la llevaremos de vuelta a Nueva Granada. Ya le preparé muchos vestidos bonitos...

—Antes de llevarla a casa, hay algo que debemos hacer —interrumpió Román, con la mirada oscura.

—¿Qué?

Al ver la expresión seria de Román, Simón tomó el celular y, al leer el mensaje, su rostro se tornó frío.

—Entonces, ¿el accidente de coche no fue un accidente?

Era un plan bien orquestado para que su hermano muriera en la pista de carreras.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Heredera Revelada: El Camino del Poder