La pequeña indomable del CEO obsesivo romance Capítulo 119

A la mañana siguiente me desperté somnolienta, sentí mi cuerpo adolorido pero no era por haber dormido en el sofá.

Cuando abrí mis ojos noté que mi cabeza estaba recostada en el pecho del señor Walton, él tenía mi cuerpo bloqueado con el suyo, estábamos tapados con la manta muy acurrucados. Mis ojos se abrieron al verme en aquel cuadro con mi jefe, pero no podía moverme, el señor Walton me tenía agarrada por la cintura muy fuerte, ¿en qué momento pasó todo esto?.

Me quedé quieta sin moverme y miré su rostro, hasta dormido se veía guapo, podía ver sus pestañas largas y sus cejas gruesas, nuestras caras estaban muy cerca, mi corazón tuvo un problema cardíaco al sentir su respiración, ¡necesito salir de aquí!.

Sin embargo, no me pude resistir, posé mi mano en su mejilla tocándolo suavemente, no tenía barba, eso lo hacía ver perfecto, no sé qué edad tiene, pero se ve joven y me gusta mucho.

No podía dejar de mirarlo mientras dormía, estaba aferrado a mí, como una niño durmiendo con su peluche favorito.

Me preguntaba cómo fue que me trajo a su cama mientras yo dormía, se suponía que estaba enojado por lo que le dije, o solo tuvo consideración con una mujer.

Las ganas de besarlo me invadió, de solo posar mi mirada en sus delgados y provocativos labios, me dan ganas de devorarlos, me siento tan afortunada de ser su asistente personal y poder estar así con él, no sé cómo me sentiría si otra mujer estuviera en mi lugar.

Cuando lo acariciaba pasó lo inesperado, el señor Walton abrió los ojos, no quiero pensar que todo el tiempo estuvo despierto, y solo se estaba haciendo el dormido.

Quité mi mano de su rostro de inmediato, mis mejillas ardían de lo sonrojada que estaba, no sabía cómo explicar lo que estaba haciendo, simplemente no lo pude evitar.

Sentí una que su agarre en mi cintura se estaba volviendo fuerte, hubo un incómodo silencio entre nosotros, el señor Walton solo me estaba mirando sin decir nada, su rostro como siempre, era inexpresivo.

—¿Tanto te gusto que me admiras mientras duermo?—Habló con una voz ronca, no podía distinguir si estaba molesto, o simplemente lo tomó sin importancia.

—Yo...—mis palabras no salían de mi boca, no sabía que decir, además no era mi culpa, yo no le pedí que me llevara hasta su cama mientras dormía.

—¿Tú....?

—Lo siento mucho, señor, creo que no debió traerme hasta su cama—por fin pude hablar, pero traté de evadir el tema, sin embargo mi voz se escuchaba algo apenada, que vergüenza sentí.

—No trates de cambiar el tema, no parecías incómoda al dormir conmigo, me abrazaste toda la noche, además no podía dejar que durmieras en el sofá, estaba haciendo mucho frío—explicó, sentí que mi respiración se acortaba cada vez más, cuando hablaba de esa forma, mi cuerpo sentía una sensación extraña.

—Gracias de todas formas, lo siento si le causé molestias y lo hice sentir incómodo, no fue mi intención, sobre lo que acaba de pasar no... lo pude evitar, me disculpo nuevamente—hablé apartando mi mirada, me estaba muriendo de la pena, no debí hacer eso.

—¿No lo pudiste evitar?—preguntó alzando una ceja—eso quiere decir que te atrae tu jefe—afirmó de manera egocéntrica.

—No, claro que no, solo...¿sabe que? olvide el tema—Declaré, ya quería irme de su apartamento, ¿cómo puede hacerme esa pregunta?, no me atrae, me gusta, estoy enamorada, es el hombre que amo como tonta, en verdad que estoy demente, me enamoré de un hombre que solo miraba por fotografías, y ahora que lo tengo en frente, me gusta aún más, ¡pero no puedo decírselo!

—Ya veo—susurró, parecía calmado, pero jamás me esperé, lo que iba a hacer después.

Capítulo 119 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La pequeña indomable del CEO obsesivo