La pequeña indomable del CEO obsesivo romance Capítulo 123

Max me ayudó a caminar mientras yo trataba de mantenerme en pies, jamás volveré a cometer el error de hacer mezcla con el licor, esta sensación es horrible en mi estómago y en mi cabeza, mañana tendré resaca, ojalá pueda obligar al cuerpo a levantarse de la cama y que no se me peguen las cobijas.

Ya estaba en la puerta del baño, Max se quedó afuera y yo entré, el baño estaba vacío, me adentro a uno de ellos para tratar de vomitar, sin embargo, no pude hacerlo, eso se sintió terriblemente espantoso.

Me levanté de donde estaba agachada y tomé un respiro profundo mientras parpadeaba varias veces, salí y me dirigí al lavabo, abrí el grifo, seguidamente tomé un poco de agua en mi boca y luego la deseché, después me dirigí al dispensador y tomé un papel de baño para secar mi boca y manos.

Lo tiré al bote de basura y me puse de espaldas colocando mis manos sobre la encimera mientras me miraba en el espejo, me veía muy mal, seguía igual de ebria, no sentía mi cuerpo, jamás había sentido algo como eso, es ahí donde me arrepiento de beber tanto y mezclar licores fuertes.

En ese momento siento que la puerta del baño se abre, pero mantengo mis ojos cerrados tratando de recuperar la presencia de ánimo, pensé que era una mujer que venía a retocar su maquillaje o tal vez a vomitar por haber bebido tanto como yo, pero no fue así, no era una mujer la que entró al baño, si no un hombre.

Abro mis ojos al sentir unas grandes manos detrás de mí envolviendo mi cadera y pegándome a su cuerpo al punto de poder sentir un gran bulto, maldije en mi mente porque estaba muy vulnerable.

Miré por el espejo y era Max, me quedé estática al sentir su aliento en mi cuello, estaba mezclado con licor y menta, era agradable.

—¿Te encuentras mucho mejor?—me preguntó en un susurro acercándose a mi oído, se escuchaba como si le estuviera preguntando a su pareja, no lo digo por su tono de voz malditamente encantador si no porque me tenía abrazada por detrás.

—No...—musité aún con mis manos puestas en la encimera—me duele la cabeza y tengo mucho mareo—confesé cerrando mis ojos por unos segundos y luego los abrí.

—No te preocupes—rozó sus labios en el lóbulo de mi oreja—te haré sentir bien—siseó por lo bajo y apretó mi cadera encima de él. Sí, este hombre quiere aprovecharse de mi porque estoy ebria.

—Max...—mis palabras quedaban en el aire, es como si estuviera drogada o algo—suéltame, debo irme—pedí tratando de zafarme de su agarre pero no tuve éxito, no tenía fuerzas ni siquiera para mover mis piernas.

—Solo relájate—besó mi cuello haciendo erizar mi piel, pero no me sentía bien con eso.

—No...déjame—mis palabras se escuchaban como un susurro, ¿Que estaba pasando conmigo?.

Max me dió la vuelta y quedé frente a él, me acorraló contra la encimera acercando su cuerpo hasta no dejar espacios entre nosotros, no lo miraba a los ojos porque se me dificultaba, pero sentía su mirada sobre mí.

—Eres linda—declaró colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja—solo quiero hacerte sentir bien—mencionó apoderándose de mis labios, al sentir que su boca chocó contra la mía, puse mis manos sobre su pecho para apartarlo de inmediato, pero tampoco pude hacerlo, ¿Acaso es de piedra este hombre?.

Mientras seguía forcejeando contra él, Max se apoderaba de mis labios, incluso comenzó a tocarme y eso me estaba incomodando, su lengua se introdujo dentro de mi boca a la fuerza, me apretó fuerte contra su cuerpo y en sus brazos que no podía moverme, es un aprovechado.

Capítulo 123 1

Capítulo 123 2

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