La Pequeña Novia del Sr. Mu romance Capítulo 600

Si Arianne no se hubiera preocupado por arruinar la ceremonia de compromiso de Tiffany, le habría metido un puño allí mismo.

Honestamente, incluso Arianne estaba atónita por lo cascarrabias que se había vuelto. Desde el incidente de Aery Kinsey en ese entonces, le parecía que la mejor manera de resolver un problema que pudiera requerir sus puños era, de hecho, usar su puño sin decir una palabra más. A veces, las acciones hablan más que las palabras… literalmente.

Ella respiró hondo para calmarse con fuerza. “Dime: ¿golpeaste o no a un anciano en el octavo piso hace un rato? Y antes de que me insultes intentándolo, no, no voy a creerme tu mierda. Tengo imágenes del sistema de videovigilancia conmigo y, sinceramente, quiero que esto se resuelva hoy o no irás a ninguna parte. ¿Quieres apostar?”.

Un indicio de consternación por estar expuesta pasó por los ojos de la mujer. Aún así, rápidamente recuperó la compostura. “¿De qué demonios estás parloteando, p*rra? ¡Ese anciano lo inició chocando conmigo!”, ella refutó. “Además, no puedo dejar de preguntarme: quién te dejó hablarme así, ¿eh? ¿Crees que me detendrá alguna p*rra cualquiera? ¿O qué, me vas a decir que ese viejo es tu abuelo? Quiero decir, él también tiene el mismo hedor de reina de la beneficencia que tú”, bromeó. “Dios, ustedes no comprenden que no pertenecen aquí, ¿verdad? Ustedes deberían, LARGARSE DE AQUÍ, antes de que te avergüences a tí misma”.

Arianne sabía que si llegaba el momento oportuno, no podría evitar que la mujer se fuera a ningún lado simplemente porque Jackson, no ella, era el jefe de todo el evento. Arianne había tenido la intención de que sus palabras permanecieran como una amenaza, pero Jackson estaba demasiado ocupado para preocuparse por entrometerse en esto personalmente, mientras ella creía que tenía que tomar las cosas en sus propias manos.

Por lo tanto, Arianne se tambaleó y agarró un puñado del cabello de la mujer, tapándole la boca con la mano antes de que pudiera gritar.

Los hombres que la rodeaban palidecieron. Todos estaban demasiado consternados como para separarlas.

Arianne arrastró a la mujer hacia la puerta que conducía al salón de eventos. “Bueno, ¿resolvemos nuestro problema ahora?”.

Con la irritación convertida en ira, la mujer lanzó un contraataque, tirando también un puñado del cabello de Arianne. “¡Vete a la mierda, maldita p*rra histérica de ninguna parte! ¿Y qué si le di una patada a un viejo mendigo, eh? ¡¿Sabes quién diablos soy?!”, chilló. “P*rra crees que puedes hacerme esto. ¡¡¡Me aseguraré de que no vivas para ver el siguiente día!!!”.

Arianne no estaba de humor para hablar, así que dejó que sus puños hablaran. En un instante, las dos mujeres se habían lanzado cuerpo a cuerpo.

Como la mujer tenía un vestido de gala, sus movimientos estaban restringidos. Arianne, sin embargo, tenía la ventaja de llevar ropa de calle informal, lo que facilitaba los golpes. Para cuando la mujer estaba tan mal parada que su vestido estaba tan desordenado como su maquillaje, Arianne todavía se las arreglaba para verse prácticamente mejor que ella.

Los jóvenes, que presenciaron el incidente desde que comenzó, finalmente se volvieron lo suficiente de su conmoción que uno de ellos se preguntó en voz alta: “Chicos, ¿están… están peleando? Una de ellas parece familiar. ¿Alguna idea?”.

Uno de ellos vio a Mark destacándose entre la multitud antes de que el horror apareciera en su rostro. “M*erda, creo que una de ellas podría ser Arianne Wynn, quiero decir, ¡Arianne Tremont! ¡Jodeerrrrr!”, susurró-gritó. “¡No se queden ahí, cabrones! Tenemos que separarlas ahora mismo, ¡se lo diré al Sr. Tremont!”.

Cuando Mark escuchó por primera vez que Arianne había iniciado una pelea, sintió que le latían las sienes. Arianne nunca fue del tipo violento, ¿verdad? ¿Podría ser esta la ramificación de atarla tan fuerte cuando era una niña que ahora, toda la ira reprimida escondida en lo profundo de su pecho estalló en busca de liberación? Él solo había quitado los ojos de ella por un rato, y ahora estaba golpeando a la gente en una fiesta. Por alguna razón, sintió que estaba presenciando a su hija atravesando el inicio de su fase rebelde adolescente.