La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 205

Joaquín alzó la mano, listo para desabrocharle la camisa a Petra.

Su movimiento era apurado, y antes de continuar, levantó la vista para ver la reacción de la mujer bajo él.

Justo en ese instante, la mano de Petra alcanzó el cenicero sobre la mesa. Sin pensarlo dos veces, lo agarró y, con toda la fuerza que tenía, se lo estrelló en la cabeza a Joaquín.

En apenas unos segundos, Joaquín sintió cómo la cabeza le retumbaba y todo le daba vueltas.

Un hilo de sangre le corrió por la frente, se coló en su ojo y tiñó su visión de rojo.

Atónito, clavó la mirada en Petra, sin poder creer lo que acababa de pasar.

Jamás imaginó que Petra le pegaría con tanta fuerza.

Pero después del impacto y el asombro, terminó soltando un suspiro de alivio.

Por lo menos, pensó, así ella ya se desahogó. Tal vez después de esto deje de ignorarlo y se acabe la tensión entre los dos.

Mientras se limpiaba la sangre que le escurría por la comisura del ojo, Petra levantó la mano de inmediato, como si se estuviera protegiendo.

Joaquín se congeló al notar ese reflejo. La expresión se le endureció, y durante un segundo, bajó la mano.

—¿Crees que te voy a golpear?

En los ojos de Joaquín apareció una sombra de dolor. Con un movimiento brusco, apartó la mano de Petra, la que ella usaba para cubrirse.

—¿De verdad tienes miedo de que te lastime?

Siete años juntos y jamás le había puesto un dedo encima. Verla reaccionar así, como alguien que ya no confía en él, le estrujó el pecho.

Por dentro, una mezcla de rabia y tristeza lo estaba destrozando.

—¿Tú piensas que yo sería capaz de hacerte daño?

Repitió la pregunta tres veces, como si necesitara escuchar la respuesta de Petra para poder respirar.

Cuando terminó de abotonar la prenda, Petra se deslizó hacia atrás, poniendo más distancia entre los dos. No soltaba el cenicero ni por un segundo.

Joaquín notó el gesto y un destello de derrota se asomó en su mirada.

Respiró hondo, el pecho le subía y bajaba con fuerza. Pronto logró controlar sus emociones, se aflojó la corbata y trató de calmarse para hablar con Petra.

—Petra, lo de hoy en la junta… Te pedí que cedieras el veinte por ciento de tus acciones para aliviar la presión sobre Nexus Dynamics porque yo ya no tengo más acciones que poner. Si yo...

Hablaba con una voz suave, como si solo estuviera pensando en el futuro de Nexus Dynamics, como si todo lo hiciera por el bien de la empresa y por los recuerdos que compartían. Intentaba convencerla, como quien ofrece una promesa envuelta en dulzura.

Pero Petra solo pensaba en cómo salir de esa oficina de una vez, temiendo que Joaquín perdiera el control y la sujetara de nuevo. Ese miedo, en vez de calmarla, solo la ponía más tensa.

Al ver que ella no respondía, Joaquín supuso que sus palabras habían hecho efecto. Relajó un poco la postura y, con voz apacible, agregó:

—Petra, piénsalo. Sé que harás lo mejor para Nexus Dynamics.