La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 238

Cecilia se quedó callada.

Petra esbozó una sonrisa ladeada.

—¿Qué pasa, Cecilia? ¿Por qué no dices nada? ¿O acaso piensas que lo que hago está mal?

Del otro lado, la respiración de Cecilia se notaba agitada.

—Claro que no, Petra. Eres muy lista.

Aun así, no pudo evitar hacer otra pregunta.

—Pero, ¿cómo puedes estar tan segura de que Joaquín va a seguir tu plan?

Petra respondió en voz baja, casi como si compartiera un secreto.

—Porque tenemos siete años de historia juntos… y porque está Nexus Dynamics de por medio.

Cecilia ya no dijo nada. Tras un momento de silencio, inventó un pretexto y terminó la llamada de prisa.

Petra miró la pantalla de su celular, repasando el chat con Cecilia. Sus ojos se volvieron impasibles, cubiertos de una sombra de satisfacción.

No tenía idea de qué clase de sorpresa le traería a Joaquín la bomba que acababa de sembrar en el corazón de Cecilia durante los próximos días.

Petra salió del chat. Solo de imaginarse a Cecilia perdiendo la cabeza, atormentándose con dudas por culpa de su plan, se le iluminó la cara con una sonrisa de triunfo.

A fin de cuentas, el que roba un perro siempre teme que el animal vuelva corriendo con su dueño original, así que lo que más desea es tenerlo amarrado a su lado.

Quedaba por ver si Cecilia lograría tener a Joaquín tan amarrado como pensaba.

...

Hora del almuerzo.

Después de comer, Petra se acomodó en su silla de oficina y, tras dudarlo un poco, empezó a juguetear con su celular hasta que se decidió a mandar un mensaje a Benjamín.

[¿Te conectas?]

Ayer, después de que Benjamín se fue a su casa, no volvió a invitarla a jugar, y entre tantas cosas en la cabeza, Petra se le había pasado por completo.

Benjamín: [Estoy en una junta.]

Petra: [Ok, tú sigue ocupado.]

Estaba a punto de cerrar el chat cuando, de repente, Benjamín le mandó otro mensaje: una foto.

En la imagen, Joaquín aparecía sentado muy recto en el sofá, con las manos sobre las piernas y una expresión rara en la cara, entre querer quedar bien y no atreverse a perder la compostura.