La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 465

Jimena observó a Petra, quien tenía los ojos ligeramente enrojecidos, pero su expresión seguía tranquila, como si estuviera en paz consigo misma. Guardó silencio durante un buen rato.

Durante todos estos años, Petra había aprendido muy bien a manejar sus emociones.

Parecía que en lo más profundo de su ser se había construido una coraza impenetrable: cuando el dolor la abrumaba, se refugiaba ahí, se recogía, y solo salía cuando sentía que el sufrimiento se había disipado, mostrándose ante el mundo como si nada hubiera pasado.

Sin embargo, Jimena no podía evitar preguntarse si esa coraza realmente era capaz de absorber tanta tristeza.

Si algún día ese escudo llegara a romperse, ni siquiera quería imaginar las consecuencias.

—Está bien —dijo Jimena al fin.

El plan de Benjamín, ese que había armado con tanto esmero en su cabeza, probablemente ya no tenía sentido.

Él quería que Petra fuera la que diera el primer paso para reconciliarse, que fuera ella quien buscara arreglar su matrimonio, como una manera de reparar el orgullo herido que le quedó después de que lo dejaran.

Pero después de tantos años, y bajo la influencia de su madre, la hermana de Jimena ya no tenía esa seguridad y valentía que solía mostrar cuando vivía en la familia Calvo.

Ahora, Petra había decidido que lo mejor era hacerse a un lado, mantenerse al margen.

Era como una de esas tortugas ninja, que se esconde en su caparazón y prefiere no salir nunca más.

—Pero aunque decidas casarte de repente, al menos aguanta tres meses antes de hacerlo —añadió Jimena, mirándola con seriedad.

Después de todo, Benjamín y ella habían sido compañeros de toda la vida. Por lo menos, podía considerar esto como una especie de agradecimiento por el apoyo que él le brindó en los momentos difíciles de la familia Calvo.

De lo que sucediera al final, ya dependería únicamente de él.

Petra vaciló un instante antes de asentir.

—Está bien.

Tres meses después, Petra dejó el Grupo Hurtado.

La situación dentro de la familia Calvo también se había estabilizado por completo.

El resentimiento de Benjamín seguramente ya se había desvanecido.

Él siempre fue alguien orgulloso y reservado, así que no era del tipo que haría un escándalo para incomodar a todos.

...

Por la tarde.

Al ver el rostro y el nombre de Delfín, Petra recordó perfectamente quién era. En la secundaria, habían compartido el mismo pupitre durante un tiempo.

Delfín, con un gesto caballeroso, le acercó la silla.

—Vamos a sentarnos y platicamos.

Petra aceptó y se acomodó en su lugar.

La sonrisa de Delfín no desaparecía. El hecho de que Petra hubiera llegado antes de la hora lo tomó como una muestra de interés por la cita, y eso le agradó mucho.

—Me contó Jimena que ahora trabajas en Grupo Hurtado. Pensé que llegarías un poco más tarde.

Petra se sentó con una postura serena y respondió con cortesía.

—Hoy me tocó descanso, así que aproveché para llegar temprano. Aunque nunca imaginé que tú llegarías antes que yo.

Delfín se encogió de hombros y sonrió.

—Coincidió que hoy no tenía nada pendiente, así que vine directo.