La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 497

Cuando Petra terminó de arreglarle el equipaje a Benjamín y bajó con la maleta, ya no encontró rastro de Rebeca en la sala.

Mientras descendía por las escaleras, echó un vistazo al librero y notó que el libro que Rebeca había bajado antes seguía ahí, en el mismo lugar.

Hace un momento, Petra también alcanzó a oír fragmentos de la plática que Florencia tuvo con Rebeca por celular.

Era evidente que Florencia era la dueña de ese libro.

Probablemente Rebeca había venido solo para ayudarle a Florencia a buscarlo.

¿Pero por qué no se lo llevó? Petra tenía su propia teoría al respecto.

Quizá Rebeca lo hizo a propósito, queriendo crear una oportunidad para que Florencia viniera personalmente a recoger el libro, así tendría ocasión de convivir con Benjamín. Una excusa más para que ambos pasaran tiempo juntos.

A final de cuentas, la familia Hurtado estaba más que satisfecha con Florencia y todos parecían muy interesados en emparejarla con Benjamín.

Petra apartó la mirada del libro, tomó la maleta y salió sin más.

No sentía ningún tipo de malestar por lo que acababa de pasar con Rebeca; su ánimo seguía imperturbable.

Después de guardar el equipaje en la cajuela del carro, Petra se dirigió directamente a Grupo Hurtado.

...

Ya en Grupo Hurtado, Petra subió a la oficina mientras Benjamín seguía reunido en la sala de juntas.

Regresó a su escritorio y, curiosa, notó que en el área de trabajo había algunas caras nuevas.

Todos permanecían ocupados en sus puestos, nadie le prestó atención cuando entró.

Hasta Valentina, que antes acostumbraba a platicar con Petra al verla llegar, ahora mantenía el ceño serio y estaba concentrada como nunca en su trabajo, sin levantar la vista.

Petra no pudo evitar notar el cambio: era la primera vez que veía a Valentina tan estricta y enfocada desde que la conocía.

Confundida, Petra se encogió de hombros y se puso a lo suyo, apartando la atención de Valentina.

Después de revisar la información de los vuelos, Petra reservó el almuerzo para Benjamín.

Cuando llegó la hora de la comida, Benjamín seguía encerrado en la reunión. Petra dejó su almuerzo en la oficina y luego se fue al comedor a buscar algo para ella.

Regresó al área de trabajo y encontró a Valentina todavía sentada en su silla, aparentemente sumida en sus pensamientos.

Petra se sentó frente a su computadora, y en ese momento Valentina se estiró, la miró y le preguntó en voz baja: