La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 535

Benjamín echó un vistazo a las parejas jóvenes que estaban haciendo fila delante de ellos.

Al ver esto, Petra se acercó y le tomó del brazo, dispuesta a salir del lugar.

—Entonces, ¿nos vamos...?

Iba diciendo mientras avanzaba, pero apenas dio un par de pasos notó que Benjamín seguía parado en el mismo sitio. Se detuvo y lo miró, esperando una explicación.

Benjamín aprovechó para abrazarla de la cintura.

—Mejor esperemos, no va a tardar mucho.

Él había guardado silencio porque calculaba cuánto tiempo tomaría fotografiar a una pareja recién casada.

Petra asintió apenas lo escuchó, y se quedó junto a Benjamín, esperando como cualquier pareja común, haciendo fila en el estudio de fotografía.

Cuando entraron, llamaron la atención de las otras parejas que esperaban. Ambos tenían una presencia llamativa y una belleza poco común, así que era inevitable que les dieran un par de miradas curiosas.

Sin embargo, nadie se quedó viéndolos demasiado tiempo. Al final de cuentas, ese día cada quien era el protagonista de su propia historia.

Justo delante de Petra y Benjamín, estaba otra pareja de novios, claramente en plena luna de miel emocional. No se cansaban de demostrarse cariño, con gestos y caricias que hacían sonrojar a cualquiera que los viera.

En comparación, Petra, que se mantenía erguida al lado de Benjamín, parecía lista para enlistarse en el ejército, con la postura tan recta que hasta daba risa.

La verdad es que estaba nerviosa.

Cuando por fin llegó su turno para la foto, Petra y Benjamín se sentaron juntos en las sillas.

El fotógrafo comenzó a darles indicaciones.

—El novio, acérquese un poco más a la novia. Novia, un poquito más cerca del novio, por favor.

Las fotos para el acta de matrimonio eran bastante formales, así que en apenas dos o tres minutos terminaron con la sesión.

El fotógrafo tomó la cámara y les mostró en la pantalla las fotos recién tomadas.

Benjamín fue el primero en asomarse a ver, bastante interesado en cómo habían salido en las fotos oficiales.

Al notar el entusiasmo de Benjamín, el fotógrafo se animó a ofrecerles algo más.

—Si quieren, tenemos un servicio de fotos divertidas para el registro. Muchos las usan como foto de perfil o para sus publicaciones en redes. ¿Les gustaría probar?

Petra casi nunca veía a Benjamín subir cosas a sus redes sociales. Incluso aquella noche en Santa Lucía de los Altos, cuando tomó fotos, no compartió nada en Internet.

Así que cuando el fotógrafo se lo propuso, Petra no lo pensó dos veces y rechazó la idea al instante.

Todavía tenía en mente que primero debían recoger el acta de matrimonio.

El fotógrafo asintió con rapidez.

—Por supuesto, eso ya viene incluido en el paquete.

Era la mejor venta que había hecho en todo el día, así que haría lo posible por complacerlos.

Durante la sesión especial, a Petra le costó al principio soltarse.

Sobre todo cuando el fotógrafo le dijo:

—Ahora, que la novia le dé un beso al novio.

Petra contuvo la respiración.

Jamás había mostrado tanto cariño por Benjamín frente a extraños. Lo miró de reojo, fijándose en sus facciones.

Como ella no se acercó, Benjamín sonrió y fue él quien acercó el rostro hacia ella.

—¿Qué esperas? Ven y dame un beso.