La verdad de nuestra historia romance Capítulo 49

Luego de que el enojo de Roxana desapareciera, se dio cuenta de lo graciosa que era esa situación. «De hecho, no tengo ningún derecho. Según él, nunca tuve ninguno». Bajó la mirada para ocultar el autodesprecio que sentía por ella misma y, sin decir nada, se obligó a retirar el agarre de Estela de su manga. Los pequeños dedos de Estela quisieron alcanzarla de nuevo, pero Roxana la detuvo en el aire.

—Andrés y Bautista me están esperando en el auto así que tengo que ir con ellos. Sé una buena niña y ve con tu padre.

Roxana acarició la cabeza de Estela con suavidad y le soltó la mano. Luego, de forma apresurada se despidió de la maestra, se dio la vuelta y salió corriendo por la puerta principal sin volver a mirar atrás.

Mientras tanto, Andrés y Bautista estaban sentados en el auto y cuando vieron que Roxana se subía al vehículo, preguntaron de forma inocente:

—Mamá, ¿qué sucede?

Roxana inhaló profundamente antes de hacer un esfuerzo por sonreír.

—Nada. Vamos a casa — dijo y arrancó para alejarse del jardín de infantes.

Mientras tanto, Luciano seguía clavado en su sitio mientras miraba de forma mordaz a la maestra.

—¿Sus hijos también vienen aquí?

La maestra no sabía qué era lo que ocurría entre los dos padres, pero podía percibir la tensión que emanaba de Luciano.

—Sí. Los gemelos de la señora Jerez asisten a nuestro jardín de infantes… —respondió dubitativa tras sentirse presionada.

Antes de que la maestra pudiera terminar, él la interrumpió con desdén:

Capítulo 49 Odio a papá 1

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