La verdad de nuestra historia romance Capítulo 96

Ella estaba ocupada cuidando a Estela cuando le sonó el teléfono. Temió que la niña se despertara, así que le cubrió las orejas de inmediato y estuvo a punto de levantarse para tomar el celular. Para su sorpresa, Luciano se puso de pie y le acercó el teléfono.

—Gracias —dijo Roxana en voz baja.

Miró la pantalla y se reprendió a sí misma por haberse olvidado de sus hijos.

—¡Mami! —exclamaron los niños en el instante que aceptó la llamada—. ¿Cuándo vendrás a casa?

Roxana bajó la voz.

—Estaré ocupada esta noche, así que puede que llegue tarde. ¿Ya cenaron?

—Sí, ¿y tú? No olvides cuidarte incluso si estás ocupada —respondieron.

Conmovida, la mujer se rio entre dientes.

—Lo sé. Comí más temprano. No me esperen despiertos. ¡Buenas noches!

—De acuerdo, mami. Intenta venir lo antes posible. No te canses —respondieron al unísono.

Ella esbozó una sonrisa y conversó con ellos un poco más antes de terminar la llamada. Junto a ella, Luciano escuchó con debilidad las voces de los niños y dejó su trabajo de lado. La miró y estuvo a punto de preguntarle si tenía que irse a su casa para cuidar a sus hijos, pero ver su dulce expresión hizo que cambiara de opinión.

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