Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 51

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Tania le dio unos golpecitos con sus pálidos dedos en el musculoso pecho de Camilo y, haciendo un puchero, le susurró con voz melosa:

—Cami, ¿crees que en el futuro podría gustarte Sabrina? Digo, le gustas tanto… y dicen que para una mujer, conquistar a un hombre es pan comido.

Camilo le tomó la barbilla y la sacudió suavemente.

—Tu cabecita loca siempre está pensando en imposibles. Sabes perfectamente lo que siento por ti, ¿o acaso necesitas que me arranque el corazón para que creas en mi sinceridad?

La respuesta lo dejó más que satisfecha, y una sonrisa se dibujó en sus labios. Aprovechando el momento, preguntó:

—Entonces, ¿puedo ir a trabajar al Grupo Guerrero?

Si se lo hubiera pedido el día anterior, Camilo habría aceptado sin dudarlo. Pero esta noche, él ya no era el presidente del Grupo Guerrero. Con Ignacio de vuelta, le resultaría muy difícil conseguirle un puesto a Tania en la empresa.

El rostro de Camilo reflejaba su dilema. Lo pensó un momento antes de responder:

—¿Qué te parece si mejor te consigo un puesto en Empresas Nube?

Al oírlo, el semblante de Tania se ensombreció.

—Cami, ¿acaso crees que con mi currículum no merezco estar en el Grupo Guerrero? ¿Piensas que solo sirvo para Empresas Nube? —replicó, molesta.

Aunque Empresas Nube era propiedad del Grupo Guerrero, no dejaba de ser una filial; no estaban al mismo nivel.

—Claro que no —se apresuró a decir Camilo. Después de meditarlo un poco, decidió contarle la verdad—. Es que Ignacio despertó. Mañana mismo regresa al Grupo Guerrero.

—¿Qué? ¿Despertó? ¿Pero los médicos no habían dicho que se quedaría en estado vegetativo para siempre? —La sorpresa en el rostro de Tania era evidente—. "¿Será por mi renacimiento?", se preguntó. Quizás había provocado un efecto mariposa, haciendo que un hombre prácticamente sentenciado a muerte despertara de repente.