Me acerque a Alicia y le empecé a besar.
—Sabes que me gustan tus labios — dije.
—Primera vez que lo dice — respondió Alicia.
—Bueno ahora ya lo sabes — continúe besándola mis manos bajaron a su entrepierna — esto pegajoso no es agua, dime qué puede ser.
—Como quiere que este, si solo me hacen pensar en sexo.
—Yo se quién quiere un poco de acción — dijo Stefany.
En eso se veía que le estaba haciendo algo a Alicia, por el movimiento de su mano y la cara que ponía Alicia.
—Que tal si nos ponemos en la orilla, así es un poco más difícil — dijo Stefany.
Justo cuando nos estábamos acomodando llegó Kimberly.
—Lamento mucho interrumpir aquí, pero recibimos una alerta, lo mejor es evacuar y que solo quedará el personal de seguridad — dijo Kimberly
— ¿Por qué? ¿Que sucede? — pregunté
—Se recuerdan que les dije Juan podía esconderse fácilmente, resulta que ha llamado a mi jefe, el no se imagina quien es el responsable de su caída, así que mi jefe le va a facilitar la casa — nos quiso explicar ella.
— ¿Cómo puede ser eso posible? No se podía rehusar y ya — le reclamé a Kimberly.
—Esos se los explicaré luego, por el momento vayan, hagan sus maletas y nos vamos pronto, lo que si le pediré señora Lucy es que deje su dinero en nuestras manos, no podemos andar siempre cargando con él, puede llevar una pequeña parte, pero no toda la cantidad.
Al final gran parte no las había dado su jefe, así que hice caso, saque $100k y les entregué el resto, terminamos de hacer nuestras maletas y estuvimos esperando en la puerta principal.
—No, saldremos por otro sitio, aquí solo van a quedar 5 guardias, el resto se va con nosotros por unos túneles — dijo ella.
Entramos al garage y subimos a la camioneta en eso se abrió una pared por la mitad, el auto arrancó y empezó a descender, pero pronto volvió a ascender.
—Hemos llegado — dijo Kimberly con una sonrisita.
— ¿Es en serio? Creo que solo avanzamos 100 mts — dijo Stefany.
—Buen calculo, justamente eso fue, estamos en las afueras de la mansión, solo que esta casa es más sencilla, espero no se sientan incómoda, tendrán que compartir habitación — dijo Kimberly.
—Si gusta también compartimos cama — dijo Alicia de forma sarcástica.
—Saben, no está nada mal la idea, aquí hay pocas camas, nosotras nos quedamos en una habitación, dos en cada cama y los demás en la otra — dijo Kimberly.
Alicia se quedó en silencio, nunca pensó que le tomarían la palabra, pero no importa, al final nosotras no andamos con pudores.
—Si vamos a compartir cama ¿Por qué no lo hacemos con un varón? — dijo Stefany.
—Ya vas tú con eso, ya te lo he dicho no nos podemos acostar con los escoltas — dije de forma enojada.
—Si tu quieres quedarte sin personal, yo dejo que te lo cojas, pero el día de mañana el quedará despedido, así de simple te lo diré — dijo Kimberly.
—Pero porque, no están haciendo daño a nadie, no me están forzando ni nada — trato de justificarse Stefany.
—Ustedes saben que yo no ando apoyando las ideas de Stefany, pero un poco de acción no nos caería mal, además solo sería está ocasión, no hay necesidad que los despida, si al final las culpables seremos nosotras — dijo Alicia.
Me sorprendió que dijera eso, Kimberly solo salió de la habitación sin decir nada, Stefany fue a abrazar a Alicia.
—Mi niña está creciendo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Secretos - La historia de una acompañante