Entrar Via

Señor exmarido, sus gemelos vienen a cobrar deudas. romance Capítulo 1

CAPÍTULO 1

El gel frío resbaló sobre su vientre mientras el médico movía el transductor con movimientos expertos.

Evana contuvo el aliento, clavando las uñas en el papel de la camilla que crujió bajo sus dedos.

–¡Felicidades señora Remington!... El embrión se ha dividido. Lo que era uno… ahora son dos –anunció el médico con una sonrisa.

Evana llevó las manos a su boca. Habían pasado cuatro años de intentar tener un bebé así que no podía ocultar su emoción.

​​El eco de los latidos gemelos resonó como un martilleo en el silencio de la sala de ultrasonidos.

“Dos.”

Evana cerró los ojos, recordando la noche en que concibió. La única vez en meses que Ignacio había venido a su cama, borracho de whisky y del olor a perfume ajeno. La había tomado sin mirarla a los ojos, como siempre…, murmurando "Alya" contra su cuello antes de caer rendido.

El médico le entregó la imagen impresa.

–¿Es… normal? –preguntó, aunque lo único que quería saber era si este milagro científico sería su perdición o su salvación.

El médico se ajustó los lentes antes de responderle:

–Ocurre en apenas el 0.3% de los embarazos naturales. Es como sí… –dudó–. Como si la vida insistiera en duplicar su alegría.

Evana dobló el papel en cuatro partes iguales y apretó el informe contra su pecho.

​​“Alegría​​. Qué palabra más absurda.”

En la joyería infantil, sus dedos acariciaron dos pulseras de plata con las iniciales “A” y “G” grabadas por. Adrián y George, así llamaría a sus hijos.

“¿Los bebés cambiarán todo?” –pensó ella.

–¿Las envuelvo para regalo? –preguntó la vendedora interrumpiendo su reflexión.

Evana asintió, pero al extender la mano para recibir la caja, su teléfono vibró.

​​La llamada era de Ignacio.​​

Primera vez en tres semanas que se dignaba a contactarla.

Al contestar, solo escuchó risas estridentes y el tintineo de copas de champán.

–Ven a la mansión –ordenó él, con el tono de quien le habla a un empleado–. Tenemos asuntos pendientes.

La entrada a ​​la Mansión Remington​​ estaba repleta de autos de lujo. Evana atravesó el pasillo de la entrada con la caja de regalo entre las manos, pudo escuchar a su suegra vitorear:

–¡Brindemos por el regreso de Alya, la verdadera dueña de esta casa y del corazón de mi hijo!

Evana se quedó congelada en el lugar después de escuchar el nombre.

–Son todos muy amables, no me imaginaba esta sorpresa tan agradable –expresó la distinguida mujer.

–Amor, yo soñaba con el día de tu regreso –manifestó su marido, hiriéndola profundamente con sus palabras.

Al abrir la puerta, el olor a alcohol caro se mezcló con el perfume empalagoso de otra mujer​​. Allí estaba su marido, inclinado sobre esa mujer mientras le servía champán, sus dedos rozando los de ella con una familiaridad que le partió el alma.

Capítulo 1 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Señor exmarido, sus gemelos vienen a cobrar deudas.