Cuando amaneció no vi a Ignacio en la cama, de seguro ya se
había ido a la empresa. Vi el reloj y eran las nueve de la mañana. Me levanté y
me coloque mí vestido de pijama y salí de la habitación de Ignacio con cuidado
de no ser vista.
- Franchesca.- Di un salto del susto, me voltee y vi a Kenny
mirándome con una ceja levantada. Mierda.
- Hola.- me sonroje completamente al ver que estaba con mí
vestido cortito saliendo de la habitación del jefe, no había excusa que valga.-
Yo...eh...
- Se sobre tu aventura .- Dijo de lo más normal, ¿Mí
aventura? ¿Era una aventura? Asentí nerviosa .- El seños Diaz me tiene una gran
confianza, lo he visto en la cocina y en el Living.- Mí cara no podía estar más
roja. Gracias Kenny has logrado hacer de esta mañana la más vergonzosa.
- Basta Kenny.- Susurré.- Nadie más puede saberlo.
- Es un hecho que no, el señor Diaz hoy no ira a la empresa,
almorzara aquí
- De acuerdo, ¿Camille está despierta?.
- Abajo preparando el desayuno para el señor Diaz.
- Si, el señor Diaz.- Dije distraída.- Iré a bañarme y porfavor
Kenny, no te vuelvas aparecer así de la nada porque me dará un infarto.- El río
negando con la cabeza y luego camino hasta su habitación, si, el también tenía
habitación .
Luego de una ducha baje hasta el comedor, Camille terminaba
de poner todo en una bandeja, había tres. La ayude con una, Scarlett al parecer
aún no bajaba porque no la vi en ningún lado, y en el jardín trasero no estaba,
al llegar al comedor la vi entrar por la puerta de ingreso con unos sobres. Los
dejo en una mesilla y nos ayudó a servir lo que faltaba
Al terminar, cada una de nosotras empezó con sus
actividades, fui a limpiar el cuarto de Ignacio y entre sin golpear, estaba
acostumbrada a que él nunca estaba, me tape la boca para evitar un grito al
verlo desnudo completamente, mientras veía televisión, no esperaba verlo aquí.
- Disculpe señor no acostumbro a que esté aquí de día.
- No te preocupes.- Oh *****, estaba erecto
Él siguió viendo la televisión como si nada y yo comencé por
acomodar la ropa limpia y luego la ropa sucia meterla dentro de un cesto.
Cuando volví de la lavandería para pasar el lustra mueble po todos los muebles
de su habitación, escuché gemidos a través del televisor, estaba viendo una
película porno. Mis bragas se mojaron ante eso.
- Se parecen a los tuyos.- Dijo de la nada, me voltee a
verlo.- Ella.- Apunto con el control remoto la pantalla. Una rubia gemía
mientras le daban por atrás. Mierda, mierda, mierda.
- Señor Diaz, estamos en horarios de trabajo, usted mismo
dijo que no se podía hablar sobre eso.
- Yo hice la regla, yo puedo romperla.- Levante una ceja. Él
se puso de pie, y no pude evitar mirar hacia abajo, se acercó a mí y me beso.
Con sus manos me acerco a él y me apretó contra su erección. Gemi por lo bajo.
- Señor Diaz...
- Oh, como me excita eso, dilo, Franchesca..- Dios este
hombre me iba a matar.
- Señor Diaz...
- Que quiere señorita Welsch? .- Oh el sabía lo que quería.-
Dilo!
- Quiero que me folle, Señor Diaz - Así que esté era su
juego, excitante, pensando que en cualquier momento, Kenny, Richard, Camille o
Scarlett podrían entrar por esa puerta.
- Con gusto, señorita Welsch.
Me recostó en la cama, y me bajo el pantalón, me subía la
blusa hasta la parte de arriba de mis pechos, y desabrochó mí brazier, el cual
tenía su broche adelante. Beso mis pechos y con su mano acaricio mí sexo, tome
su miembro entre mis manos y lo masajeé, gruñó en mí oído. Los gemidos de la
película, aún se oían, y eso me calentaba más.
- ¡Señor Diaz! .- Se oyó la voz de Richard del otro lado de
la puerta.
- Maldicion.- Gruñó el.- ¡Ya voy! .- Me beso por última vez
y se levantó, se puso rápido un boxer y un pantalón, junto con una camisa, yo
acomode mí ropa.- Métete al baño, que Richard no sepa que estuviste aquí.
- Si señor.- Y ahí entre y el apagó el televisor y salió, al
cabo de un minuto y un poco más salí del lugar, baje las escaleras para ir a la
cocina
- Y tu? .- Me pregunto Camille cuando llegue hasta ella
- Arriba, que cocinas?
- El señor Diaz quiere pasta.- Levantó los hombros.
- Quien es la mujer que está en el living?.- Pregunté
curiosa Camille se tenso, y su nerviosismo fue notorio.
- Una ex empleada.- Asentí.- Era buena en casa, no sé porque
la despidió.
- Quien sabe.
- ¡ Franchesca trae un té y un café !.- Me puse a prepararlo
y luego lo lleve, no sé porque tengo que hacer esto yo, si yo limpio no cocino,
tal vez le guste mí café.
- Aquí tiene, señor Diaz.- El me señaló a la muchacha blanca
de pelo castaño y ojos cafés.- Señorita
- Gracias, ¿Nueva empleada?
- Si, tenía que reemplazarte.- Okey, eso sonó feo, soy un
reemplazo. Qué más da eso era obvio.
- ¿Reemplazarme?.- Yo comenzé a alejarme pero realmente
quería escuchar.
- Reemplazarte.
- ¿En todo sentido?
- En todo sentido que le veas a la palabra Reemplazarte .-
Ella gruñó.
- Ignacio deja el pasado .- ¿Pasado? Oh, esto se ponía
bueno, Quería escuchar más pero Camille me tomo del brazo y me llevo al segundo
piso.
- Escucha Welsch, tú estás aquí para limpiar, no para
copuchar. Si Ignacio se entera que estás metiéndose en su vida privada se
enojara. Y créeme no es bueno verlo enojado.- Asentí.- Eres mí amiga no quiero
que se comporte mal contigo.
- Si...
- Además Kenny siempre ronda por todas partes junto a
Richard y le cuentan todo a él, ten cuidado.- Y ahí iba de nuevo esa típica
frase de Camille.
- Si Camille ve a cocinar yo seguiré limpiando.
¿Quien era esa mujer? Y ¿Cual era aquel pasado? No sé pero
tendré que averiguarlo.
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