Entrar Via

Si, aceptó ser su esposa sustituta señor parrow romance Capítulo 8

Anastasia sintió una punzada en su pecho, pero aún así, tuvo que mantenerse serena, porque lo importante, es que su madre recibirá su tratamiento.

Ella sigue cada paso de Sebastián, Leandro que es un poco más amable, le ofreció algo refrescante de beber a Anastasia.

Lo cual le molesta a Sebastián, por lo que él asegura que Leandro gusta de Anastasia.

Al salir de la empresa, un auto Jeep, está disponible, Sebastián lo compro especialmente para recorrer las tierras, cuando él no era ciego, era él que se encargaba de supervisar.

Sebastian sube como acompañante y Anastasia en el asiento de atrás, mientras que Leandro se dispone a manejar despacio.

—estan haciendo siembras— informa Leandro

—¿Y el ritmo laboral?— pregunta Sebastián

—por los momentos bien

Mientras Leandro le informa a Sebastián. Anastasia está sumida en sus pensamientos, en lo único que está pensando es en su madre, la chica a tenido un día mal día.

Aún así, fija su mirada en el gran campo de cosecha, se convirtió en su lugar favorito, todo es tan ordenado, y la deliciosa brisa que te transmite paz.

Al terminar lo laboral, Anastasia aún sigue en silencio, Leandro los lleva a la haciendo Parrow.

—si necesitas algo, me llamas jefe, debo salir hacer unas cosas

—okey— responde Sebastián y continua caminando, Anastasia le sigue el paso

Al entrar, la cena está preparada, pero Anastasia no le apetece comer y más porque lo preparo aquella mala mujer.

—¿Por qué no comes?— pregunta Sebastián al no oír sus cubiertos

—no tengo apetito señor

—debes alimentarte

—no quiero ¿O me va obligar hacerlo?— pregunta ella y luego se arrepiente se haberlo dicho

Sebastian deja caer sus cubierto muy enojado y su mirada es fulminante.

—¿Como te atreves hablarme de esa manera?

—lo lamento, no era mi intención— se disculpa Anastasia

—vete— ordena él furioso

—pero... Te dije que lo lamento

—tus disculpas me tienen sin importancia, ya que no quieres comer y estás muy grosera, vete a mi habitación y alista mi vestimenta de dormir— ordena Sebastián con arrogancia

Anastasia se coloca de pie muy enojada, habla en voz baja.

—si me quieres decir algo, me lo dices de frente— gruño Parrow, ella se sonrojo, y su corazón empezó a palpitar rápidamente

—no he dicho nada señor, me retiro— habla Anastasia y se marcha rápidamente, aunque le cuesta un poco ya que la hacienda es muy grande, la chica llega por fin a la habitación

—¿Que haces aquí maldita mujer?— reclama Sara, la cual viste una bata color roja, se ve muy sensual

—vengo hacer mi trabajo— responde Anastasia y busca el armario de Sebastián

Pero Sara muy enojado, empuja a Anastasia haciéndola golpear y lastimar el tobillo.

—¿Cual es tu problema conmigo?— Vocifero Anastasia, no le gusta para nada la actitud de Sara

La chica rápidamente se gira, se agitó, primera vez ve a un hombre así desnudo en vivo, ella empieza a sudar.

Sebastian sabe perfectamente lo que está pasando, aún así, sin tener descaro, camina hacia el baño, Anastasia empieza a retomar aire, siente una marea de calor recorrer su cuerpo, ahora la viva imagen desnuda de Sebastián Parrow estará en sus pensamientos.

No sabía si marcharse o no, por lo que tuvo que esperar muy impaciente, Anastasia empieza a caminar por la habitación, al llegar al tocador, la chica puede ver el retrato de Sebastián junto a una bella mujer, en esa foto él se ve feliz y radiante, tanto que derrite más.

Ella agarra el retrato y fija su mirada en la mujer, la cual es María, la ex prometida de Parrow.

Allí estuvo sumida en sus pensamientos, hasta que escucho la puerta del baño abrirse, ella coloca la foto en el tocador sin hacer ruido.

Sebastian sale del baño mientras seca su cabello con el paño color blanco, Anastasia lo vuelve a ver desnudo y se cubre los ojos.

—señor, usted sabe que estoy aquí, debería cubrirse— dijo con su voz quebrada

—estoy en mi habitación, no pienso dejar de hacer lo que acostumbro porque estés aqui— responde él prepotente

—entonces me marchó— responde ella y se gira con sus ojos cerrados

—¡Alto! Debes quedarte a dormir conmigo— habla él demandante

—señor Parrow, usted dejo en claro, que ante la sociedad soy su esposa, pero en casa soy su mucama, no sería correcto dormir en la misma cama— habla ella con nervios a flor de piel

—exacto, eres mi mucama y estás para servirme, y debes hacer lo que yo quiera, ahora dormirás conmigo

—lo siento señor Parrow, pero...

—¡nada de peros!— la interrumpe Sebastián, ella baja su mirada, literal eso no se lo esperaba, y más que está claro que él la odia —quiero que tengas presente Anastasia, que yo soy tu dueño, y que si me llevas la contraria, más Despiadado seré. Si tú o obedeces tendrás un premio a cambio

Ahora lo que sucederá es lo siguiente, vamos a consumar el matrimonio— ordena Sebastián, el rostro de la chica se sonroja por completo, incluso su cuerpo se tenso, tiene ganas de salir corriendo, pero su cuerpo está paralizado.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Si, aceptó ser su esposa sustituta señor parrow