—¿Acaso los ratones te comieron la lengua?— él sabe que está cerca, por el olor de su perfume —llamare a mis escoltas— la sentencia, le molesta que se quede callada
—no señor por favor, no lo haga— habla apresuradamente Anastasia, al tener más de cerca a Sebastián, su corazón bombea seguidamente al admirar sus ojos azul celeste
Ella pasa saliva y dice —no soy una mala persona, de hecho no se qué hago en su casa, lo único que recuerdo es que me sentía muy mal y luego me desmaye
—¿O quizás eres una usurpadora? Y lo que quieres es dinero— profundiza más mi mirada
—eso es incorrecto señor, disculpe usted mi atrevimiento al estar aquí, pero tampoco sé cómo llegue a este lugar, pero no sé preocupe, en este mismo momento me marchó
Anastasia muy nerviosa pasa por el lado de Sebastián, pero este al utilizar bien el sentido del olfato, la agarra rápidamente del brazo y la atrae hacia él.
Ella se puso aún más temblorosa, quizás porque ese hombre guapo le causa algo de miedo. —¡Suelteme por favor!— súplica ella al tenerlo tan cerca, donde puede contemplar con exactitud su perfecto rostro
—¿Como te llamas?
—¿Para que quiere saber mi nombre señor? ¿Acaso quiere llevarme a prisión?
—¡Solo responde!— le habla con arrogancia
—Anastacia Parker— ella al ver que ese no habla, le dice con voz de súplica —déjame ir, le prometo que desaparezco rápido
—aun no sale el sol, y mi hacienda es retirada de la cuidad— quizás sea algo increíble, pero quiere saber más de esta chica y quizás porque ella pueda ser la solución de sus problemas.
—descuide, a peores cosas me enfrentado, pero de verdad debo regresar a casa
—¿Tu esposo te espera?— pregunta siendo audaz, y suaviza un poco su agarre
—yo... No tengo esposo señor, pero por favor suelteme, no voy a huir
—¡No confío en nadie!
—pues le tocará, porque me esta lastimando
Sebastian tensióna su mandíbula, le molesta tener que acatar órdenes de los demás.
—¿A qué te dedicas?— preguntó con una actitud soberbia
La chica hace silencio, no se atrevería a decirle a que se dedica, ya que cuando hace sus bailes, lo hace con una máscara puesta.
Ella muerde su labio inferior y luego le dice una mentira piadosa.
—soy Mucama señor, pero... solo a ratos, no tengo un trabajo fijo, y si eso es todo, de verdad debo marcharme— se apresura ella al hablar, y Sebastián siente un extraño comportamiento en la mujer
—te quiero hacer una propuesta— aquella palabras llamo la atención de Anastasia, pero bailando gana bien, suficiente para los medicamentos de su madre y cubrir los gastos del día a día —odio la lentitud, así que dame una respuesta favorable ¿te interesa saberlo?
—¿Me pagará bien?— pregunta la chica con cautela
Sebastian arquea una ceja con algo de disgusto, algo que lo intriga es como aquella voz tan humilde este interesada en ganar bien.
—te pagare lo suficiente. La cuestión es la siguiente, se suponía que debía casarme en dos días, pero no quiero que hagas preguntas, necesito que tomes el lugar que le pertenecía a mi ex novia
—¿¡qué!?— Anastasia abre sus ojos par en par
—ganaras bastante dinero ¿lo necesitas no?
—si lo necesito señor pero...
—pero nada— interrumpe él —solo dame una respuesta concreta, si, o no
Anastasia lo piensa por un momento, y es que realmente necesita el dinero. Al notar que es un hombre millonario, quizás él le puede facilitar la situación, hará todo lo que sea por su amada madre
—¡¡responde antes que me arrepienta!!— gruñe haciéndola asustarse.
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