Sí Señor (Porque Yo lo digo 2) romance Capítulo 101

Daniel, insistió en llevarla hasta su apartamento, no quería que tomara un Uber, sola y embarazada así que fue muy convincente y la dejó frente a su puerta donde aguardó a que entrara, solo así se fue.

— ¡Hola Dani!

El saludo tan entusiasta de Wes, al verla entrar la tomó por sorpresa haciéndola saltar del susto, pero en cuanto vio la sonrisa en el rostro de su amigo Dani, olvidó las ganas de lanzarle una de sus zapatillas y lo abrazó con cariño.

— Anoche hizo un frío de los mil demonios, ahora entiendo por qué te vistes como esquimal para ir a la cama

— ¡Yo no hago eso! —chilló tomando el rostro de su amigo entre sus manos para besarlo en la mejilla saludándolo con cariño—. Además tengo un calentador personal ¿lo olvidas?

— No te pongas sucia frente a mi sobrinito

— ¿Tú también quieres un niño?

— Por supuesto, otra mini tú, no gracias Leo, tiene mucha razón en eso de llamarte ruidosa

— Se llama comunicación, bobo

Haciendo un puchero se alejó de él, para quitarse la chaqueta y dejar su mochila a un lado, necesitaba una taza de té, el lugar era un tempano de hielo.

— Oye, esos pantalones van a explotar ¿Cómo consigues cerrarlos? —soltó sorprendido al ver lo ajustados que le quedaban los jeans

— ¡Cierra la boca! Y no los cierro, vi en youtube como amarrarlos con una liga, ni siquiera me sube el cierre

— Amiga, son 19 semanas ¡5 meses! Necesitas un guardarropa de mamá

— Suena a señora —frunce los labios en desacuerdo

— Dani, eres prácticamente la “SEÑORA ALLEN”, es solo una formalidad eso del matrimonio, aunque sí eres más vieja que yo

— ¡OYE! —le lanzó una cucharita que acababa de sacar del gabinete

— No seas envidiosa, yo tengo la juventud y tú ese culo bien respingón que vuelve loco a tu Nicholas

— Tendremos que vivir con eso

— Si, y con el hecho de ser la mamita oso más adorable del planeta, ya no te arrugues

Divertido la abrazó unos instantes para sacarla de la cocina y que se acomodara en el sofá mientras él, mismo le preparaba su té bien dulce como le gustaba.

— Tienes muchos papeles en todas partes ¿qué estás tramando?

— Se llama trabajo y no tramo nada solo revivir los mejores salones de la ciudad, estuve hablando con Daniel y todo va muy bien. Tu hombre me envió a una diseñadora bastante astuta y hacemos maravillas con el nuevo diseño, ya te pediré tu opinión cuando todo esté montado, pero te prometo que te encantará

— Mi papá, lo hace bien…, es un alivio

— Se esfuerza Dani, quiere que lo perdones

— No necesito hacerlo ha pasado mucho tiempo, tenemos que dejar atrás ese asunto, estamos comenzando de nuevo

— Así se habla

— Wesito…

— Oh no, no me gusta esa mirada

Con cautela le dio su taza de té y tomó asiento al lado de su amiga, su cara era de preocupación y sabía exactamente cuál era la razón, iban a ponerse serios.

— Solo me preocupo por ti, has estado trabajando en esto y sé que tienes otras preocupaciones también, tu problema con el banco y las nefastas acciones de ese monstruo

— No estás para nada reteniéndome ni ocupando mi tiempo o lo que sea que estés pensando, estoy trabajando en tus salones tal y como me lo pediste, vas a tener que pagarme cuando sean todo un éxito así que quita esa preocupación de tu cabeza, el bastardo me quitó todo pero sigo conociendo a mucha gente, es un cobarde. No le va a contar a nadie

— Es que…, estás atrapado en mi diminuto apartamento después de haber tenido esa maravillosa casa y no quiero que finjas estar bien todo el tiempo, no quiero que te llenes de rencor y malos sentimientos

— No lo voy a hacer mientras sigas siendo mi amiga, tengo más amigos ¿sabes? Pero estoy aquí porque es donde quiero estar, contigo y ese bebé que seguro será igual o más lindo que su mamá, no me interesa lo material o el tamaño de tu sofá Dani, estoy bien, me gusta vivir contigo y con mi vecino Robbie

— Hablando de eso…

— ¿Qué? No dejes la oración a medias mujer, sabes que no me gusta

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